martes. 30.04.2024

Mallorca es una de las islas más visitadas del mundo, gracias a su clima, su naturaleza, su cultura y su oferta de ocio. El turismo es la principal actividad económica de la isla y, por lo tanto, un factor clave para su desarrollo y su bienestar. Apuesta y gana en 20Bet, desde cualquier parte del mundo. Sin embargo, el turismo también implica una serie de retos y de efectos sobre el medio ambiente, la sociedad y la identidad de Mallorca. En este artículo, analizamos el impacto del turismo en la economía de Mallorca, tanto en sus aspectos positivos como negativos.

 

Aspectos positivos

El turismo genera riqueza, empleo, inversión y diversificación económica en Mallorca. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el Producto Interior Bruto (PIB) de Mallorca en 2021 fue de 30.321 millones de euros, lo que la sitúa como la duodécima economía de España por volumen de PIB. El turismo representa el 45% de ese PIB, según el Consell de Mallorca. Además, el turismo contribuye al 35% del empleo en la isla, con más de 200.000 puestos de trabajo directos e indirectos.

 

El turismo también atrae inversión extranjera y nacional a Mallorca, lo que favorece la modernización y la mejora de las infraestructuras y los servicios. Por ejemplo, el aeropuerto de Palma de Mallorca, que es el tercero más transitado de España, recibió en 2021 una inversión de 84 millones de euros para ampliar y renovar sus instalaciones. Asimismo, el turismo fomenta la diversificación económica de la isla, al impulsar sectores como el comercio, la restauración, el transporte, la cultura, el deporte, el ocio y la innovación.

 

El turismo también tiene un efecto positivo sobre la sociedad y la cultura de Mallorca, al propiciar el intercambio, el conocimiento y la convivencia entre personas de diferentes orígenes, idiomas y costumbres. El turismo enriquece la oferta cultural y gastronómica de la isla, al incorporar elementos de otras tradiciones y al valorar los propios. El turismo también estimula la conservación y la difusión del patrimonio histórico, artístico y natural de Mallorca, al generar demanda y recursos para su mantenimiento y su promoción.

 

Aspectos negativos

El turismo también genera una serie de problemas y de desafíos para la economía de Mallorca, que deben ser abordados con responsabilidad y sostenibilidad. Entre ellos, se encuentran la dependencia, la estacionalidad, la saturación y la contaminación.

 

La dependencia del turismo hace que la economía de Mallorca sea vulnerable a las fluctuaciones de la demanda, que pueden estar condicionadas por factores externos, como la situación sanitaria, política, social o climática. La crisis provocada por la pandemia de la COVID-19 ha sido un ejemplo de ello, al provocar una caída del 80% de las llegadas de turistas a la isla en 2020, con las consiguientes pérdidas de ingresos y de empleos.

 

La estacionalidad del turismo hace que la economía de Mallorca tenga un comportamiento desigual a lo largo del año, con picos de actividad en los meses de verano y valles en los de invierno. Esto genera problemas de gestión, de planificación y de calidad del empleo, que suele ser temporal, precario y poco cualificado. Según el INE, la tasa de paro en Mallorca en el primer trimestre de 2021 fue del 16,5%, mientras que en el tercer trimestre fue del 11,3%.

 

La saturación del turismo hace que la economía de Mallorca tenga un impacto negativo sobre el medio ambiente, el territorio y los recursos naturales de la isla. El turismo masivo y descontrolado provoca la ocupación y la degradación del suelo, la escasez y la contaminación del agua, la generación de residuos, la emisión de gases de efecto invernadero y la pérdida de biodiversidad. Según el Observatorio de Sostenibilidad de Baleares, la huella ecológica de Mallorca en 2019 fue de 6,2 hectáreas globales por habitante, mientras que la biocapacidad fue de 1,4 hectáreas globales por habitante, lo que indica un déficit ecológico de 4,8 hectáreas globales por habitante.

 

El turismo es un sector estratégico para la economía de Mallorca, que aporta beneficios económicos, sociales y culturales a la isla. Sin embargo, el turismo también implica una serie de riesgos y de desafíos, que deben ser afrontados con criterios de responsabilidad y sostenibilidad. Para ello, es necesario apostar por un modelo de turismo de calidad, diversificado, desestacionalizado y respetuoso con el medio ambiente, el territorio y la identidad de Mallorca. Solo así, el turismo podrá seguir siendo un motor de desarrollo y de bienestar para la isla y sus habitantes.

El impacto del turismo en la economía de Mallorca