sábado. 11.05.2024

El incremento de precios ya se ha notado en las bodegas, enólogos, distribuidores y sumilleres. Los precios de la materia prima, del combustible, la energía y otros componentes clave están repercutiendo de forma directa en la elaboración del vino.

 

Si a ese encarecimiento de materiales, provocado por diferentes causas además de la reciente guerra en Ucrania, se suma la evidente falta de suministros, el golpe puede ser fuerte para el sector. Vi de la Tierra de Mallorca, dando voz a sus miembros, analiza cómo es la situación actual y cómo se presenta el futuro más inmediato; la conclusión no es optimista: los costes se han incrementado en un 25%. Y el consumidor final, inevitablemente, será uno de los perjudicados.

 

 

Si bien es cierto que la previsión de los bodegueros de VT Mallorca está siendo clave para mitigar un problema que podría haber sido mucho peor, lo cierto es que el día a día no invita al optimismo.

 

Isabel Alabern, de Son Puig, agradece haber comprado en noviembre a precio de 2021 "las botellas que preveía que necesitaría hasta el verano". Lo hizo por recomendación de su proveedor, que ya imaginaba su evolución en el mercado.

 

Un mercado que, en palabras de Daniel Arias, sumiller y director comercial de IslaCatavino, «está colapsado». «No hay botellas de cristal, ni tapones de corcho, ni palés. Y quienes hay se pagan a precio de artículo de lujo», subraya.

 

En esta misma línea, y poniendo ejemplos concretos, se expresa Biel Oliver, de la bodega Oliver Moragues. «El coste de las cajas de cartón se incrementó un 30% durante el 2021 y está siendo incluso mayor en el 2022. Nos ha pasado lo mismo con otros productos como las cápsulas, el vidrio y los tapones de corcho. Hemos asumido la mayor parte de los costes pero ha sido inevitable el aumento de precios de nuestros vinos.»

 

Andreu Oliver, de Can Majoral, pone porcentaje a los productos que se necesitan para elaborar el vino. «Las botas y tapones de corcho han incrementado su precio en un 5%. Las botellas de vidrio, un promedio del 20% más y el resto de productos enológicos van en la misma línea ascendente.

 

A todo esto hay que sumar también la maquinaria y el día a día del cuidado del viñedo», explica. » Es un escándalo la subida del precio de la luz. En un mes normal, de no producción, solíamos pagar entre 300 y 500 euros. Hablamos ahora de una factura de mil euros, eso es difícil de sostener», apunta Alabern, que introduce un miedo más a la ecuación. «Estoy llegando al punto de plantearme si embotellar el vino de la añada anterior, porque no sé si me va a salir rentable. Los precios de distribución no subirán lo suficiente para que nos compense». En este punto, Arias subraya: «Las bodegas nos pusieron unas tarifas en enero y muchas ya nos las han modificado de cara al mes de abril. Es lógico».

 

Desde Macià Batle, Ramon Servalls asegura que la situación "es ciertamente preocupante". «Hay mucha incertidumbre. Aunque nosotros este año ya tenemos los precios cerrados, veremos el próximo año”. Araceli Servera, de Bodegas Ribas, es de la misma opinión que sus compañeros.

 

Todo ha subido en mayor proporción que los precios que habíamos establecido. Sabemos que nuestros distribuidores están sufriendo y por eso hemos decidido asumir una parte de estos sobrecostes, con la intención de que el próximo año podamos hacer un incremento mayor». «Nuestros márgenes de beneficio son muy estrechos». Y es que, de un vino que cuesta en el mercado 10 euros, la bodega recibe en torno al 10-15%. «Ahora ese beneficio se está reduciendo a la mitad».

 

Pero, ¿cuánto ha subido la elaboración de una botella de vino? Las cifras son dispares, porque no toda la producción es igual, pero existen varios elementos en común. Una botella de gama media costaría unos 5 euros; después de sumar los incrementos en los suministros, la energía y materia prima, se estaría aumentando esta cantidad en unos tres euros, hasta alcanzar los 8 euros por botella. Desde una bodega perteneciente a Vino de la Tierra de Mallorca son aún más precisos.

 

“En nuestro caso, los costes de elaboración habrían subido un euro. Puede parecer poco, pero si en nuestra bodega elaboramos 90 mil botellas, son 90 mil euros más de gasto que debemos asumir nosotros. Debemos evitar que repercuta en el consumidor final». Es un objetivo difícil, porque este año, la elaboración de vino "tendrá un sobrecoste añadido", afirma Daniel Arias.

 

«Los viñedos siguen exigiendo la misma dedicación y no podemos dejar de darles lo que necesitan. No miraré si puedo quitar el tractor o no para que el gasóleo esté por las nubes, al igual que los productos fitosanitarios. Hay que usarlos aunque hayan subido un 25%», dice Biel Oliver. «Somos conscientes de que todo va a ser muy caro», añade Isabel Alabern.

 

Por si faltaban pocos problemas, se suma también lo logístico. La huelga de transporte se hace notar a la hora de la importación y exportación. La demora, en muchos casos, es insostenible. «Hace tres semanas que salió el vino de varias bodegas de la península y todavía no nos ha llegado. Imagínate también nuestras relaciones comerciales con otros países. Las subidas en los costes de envío son otro de los focos en los que debemos fijarnos», incide Arias.

 

La clave será 2023. ¿Subirá el precio del vino? «Habrá que ver cómo evoluciona el mercado, pero si es necesario recuperar pérdidas de este año, es muy probable, confirma Oliver». «El vino mallorquín ha crecido en calidad y yo no veo un bajón de ventas», asegura optimista Araceli Servera. Desde IslaCatavinos, aportan otro dato a tener en cuenta. «Se está poniendo muy difícil consumir fuera de casa. Los precios en la restauración se están disparando y al final la gente optará por hacer sus cenas en casa. De hecho, estamos vendiendo más vino a particulares que a grandes cadenas hoteleras o restaurantes».

 

 

Desde el IGP Vino de la Tierra Mallorca, su presidenta, Magdalena Mesquida, resume la situación en unas pocas palabras: «Este año, la principal vez la asumirán los bodegueros y distribuidores. Pero será en el 2023 cuando el consumidor final note ese incremento de precios. Esperamos que siga valorando nuestros vinos con cariño, y nos ayude en esta travesía».

La elaboración de los vinos se encarece un 25% por la subida del gasoil y la electricidad