El conseller de Agricultura, Pesca y Medio Natural, Joan Simonet, ha dado a conocer los datos de producción ecológica, que en 2023 creció un 10% en superficie agraria respecto a 2022. Una cifra que confirma que desde el Consell Balear de la Producció Agrària Ecològica (CBPAE) “se ha hecho un trabajo intenso” en beneficio del ecológico, “un sector que hace treinta años sonaba como algo muy lejano y que hoy es una realidad que crece año tras año en las Illes Balears”.
Simonet, acompañado de los directores generales de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural y de Calidad Alimentaria y Producto Local, Fernando Fernández y Joan Llabrés, respectivamente, ha celebrado, junto con el presidente del CBPAE, Francesc Llompart, i miembros de la entidad y payeses, el 30 aniversario de la creación de este organismo delegado de control y certificación del producto ecológico.
De este modo, en 2023 se ha producido un crecimiento de superficie agraria inscrita en producción ecológica, llegando a las 46.845 hectáreas, de las cuales 5.887 pertenecen a bosques y recolección silvestre. “Hay que recordar que las fincas públicas del Govern como Aubarca-Es Verger, Planícia, S’Albufera, Son Real o Sa Duaia (recientemente alquilada a la cooperativa del Llevant) están inscritas en producción ecológica, sumando un total de 1.856 hectáreas”. Así, y según ha recordado Llompart, “el 20% de la superficie agraria útil de Baleares es ecológica”.
Por sectores, los pastos y forrajes suman 23.224 hectáreas; los cereales y legumbres 7.112 ha.; los cultivos de frutos secos ocupan 5.060 hectáreas; de barbecho y abono en verde, 1.645 ha.; olivar, 1703 hectáreas; 370 hectáreas ocupan los cultivos de frutas; 239 hectáreas de hortalizas y tubérculos; 90 para cítricos, 44 de plantas aromáticas y medicinales y cuatro de planteles.
Otro de los cultivos que año tras año ve incrementado su número de hectáreas es el de la viña, de hecho, más del 50% de viñedos están certificados como ecológico. “En este sentido, son un sector puntero”, ha subrayado el conseller. Simonet, además, ha querido insistir en el valor diferencial del producto ecológico. “Tenemos que llegar al consumidor no solo como un producto de gran calidad sino también como un producto con valor añadido, con enormes beneficios medioambientales, que cuida el paisaje y el territorio. El esfuerzo que hacen nuestros payeses ecológicos también tiene que ser remunerado en consecuencia”.
Desde el CBPAE se ha informado, además, que durante el 2023 se realizaron un total de 1.600 visitas para controlar y certificar las actividades de los operadores ecológicos. En la actualidad, el número de operadores inscritos es de 1.258 (885 productores y 373 elaboradores), un 5% más que en 2022.
