Asaja Balears afirma que el nuevo plan general de Palma condena a los payeses del municipio y les resta competitividad. La as
ASAJA-Balears ha registrado un escrito de alegaciones contra el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Palma, por considerar que es mucho más restrictivo en los usos agrarios y que, de aprobarse, restaría oportunidades a los payeses de Ciutat respecto a los del resto de la isla.
En este escrito, la Organización Profesional Agraria asegura que cualquier regulación de las actividades que el sector agrario puede realizar en suelo rústico debería basarse en la actual Ley Agraria de Balears, cosa que no ocurre en el nuevo PGOU de Palma que, de hecho “es mucho más restrictivo”.
“No entendemos por qué no se quieren adaptar a esta Ley Agraria”, afirma Joan Simonet, gerente de ASAJA-Balears.
Las alegaciones registradas por la organización se dividen en varios bloques: En primer lugar, respecto a la Normativa General de las categorías básicas de Suelo Rústico, desde la organización se recuerda que es obligación de los planes municipales “establecer, con carácter general, el carácter de usos admitidos de los usos agrarios en suelo rústico”. Por tanto, se insta “a revisar las limitaciones impuestas sin justificación en estos usos admitidos que se han prohibido y condicionado”.
Además, ASAJA-Balears afirma que echa en falta referencias para las actividades complementarias que pueden realizar las explotaciones, lo que las hace rentables y viables: puntos de transformación, elaboración de productos de carácter artesanal, degustación, agroestancias…
Respeto a las Normas de Ordenación en Suelo Rústico, la Ley Agraria determina que los planes municipales deben prever medidas para mejorar las estructuras agrarias con la finalidad de obtener unas rentas agrarias dignas y que hagan posible la modernización y la continuidad de las mismas.
Según Simonet, en algunos de los artículos del nuevo PGOU, “nos encontramos con normas que van en contra de lo que marca la Ley Agraria ya que perjudican, dificultan o impiden el desarrollo de la actividad agraria en Palma”.
Es el caso, por ejemplo, de la obligación de disponer sistemas de tratamiento de aguas o aprovechamiento de aguas, cuando “de manera expresa, y según el DL 9/2020 de Medidas urgentes de Protección del Territorio de las Illes Balears, asegura que las explotaciones agrarias quedan excluidas de este obligación ya que están reguladas por su propia normativa”; o la limitación en la altura de los invernaderos a un máximo de 3,5m, condenando a no poder realizar unas instalaciones modernas y competitivas.
En el último bloque, que trata sobre el futuro Parque Agrario, ASAJA-Balears considera que es una buena propuesta que se tiene que desarrollar porque supondrá mejorar la rentabilidad agraria de las explotaciones existentes, pero que el primer borrador de trabajo presentado “es decepcionante e inexacto” ya que parte de datos de 2009.
El gerente de la organización reclama que se revise este documento “antes de iniciar cualquier planificación u ordenación de lo que será el parque agrario, valorando las posibilidades reales de desarrollo económico de las explotaciones agrarias existentes en cada una de las zonas propuestas”.
Por todo ello, desde la organización se pide al Ajuntament de Palma que considere las alegaciones presentadas y se comprometa a revisarlas y modificarlas para garantizar la viabilidad y el futuro de la actividad agraria en el municipio. De esta manera, ASAJA-Balears se pone a disposición de Cort para trabajar conjuntamente en los aspectos agrarios del Plan.
