El precio del alquiler de una vivienda en Baleares se disparó en julio un 32,79% en comparación con el mismo mes del año pasado, según datos del portal inmobiliario pisos.com publicados este martes.
Baleares es la comunidad autónoma española donde más se ha encarecido alquilar una casa para vivir, situándose en julio el precio medio del metro cuadrado en 16,39 euros, un 0,43% más que en junio y un 32,79% más que en julio del año pasado.
Tras Baleares, el precio más alto se dio en la Comunidad de Madrid con 15,05 €/m². En España, el precio medio en julio fue de 10,93 euros, con una subida mensual del 0,28% y un incremento anual del 6,74%.
Palma marcó en julio de 2023 un precio medio de 16,57 euros por metro cuadrado, la cuarta capital de provincia más cara de España. Respecto al año pasado el crecimiento fue del 33,60 %.
El director de Estudios de pisos.com, Ferran Font, ha declarado que las mensualidades del alquiler "siguen subiendo de forma imparable" y que es "difícil" prever el futuro punto de inflexión de las rentas.
Font ha admitido que en varias territorios se han alcanzado precios "nunca vistos" debido a la falta de oferta y ha subrayado que “la retirada de producto residencial en alquiler deja sin opciones a muchas familias”.
En este sentido, además de los nuevos inquilinos, los que ya viven de alquiler y quieren cambiar de vivienda permanecen en la que habitan porque no hay "stock".
El portavoz del portal inmobiliario ha comentado que, tradicionalmente, aquellos que recurren a este mercado es porque todavía no disponen de ahorros para afrontar una compra.
Font ha manifestado que a medida que los precios del alquiler se vuelven "más inasumibles, esta situación de "impasse se cronifica", puesto que los inquilinos destinan un porcentaje cada vez más elevado de sus ingresos al arrendamiento, limitando así su capacidad de ahorro y retrasando la compra de un hogar.
Según los datos del último Censo de Población y Vivienda del INE, en la década que va de 2011 a 2021, los propietarios han perdido cuatro puntos, mientas que los inquilinos han crecido casi 14.
Para el experto, “el alquiler ha acabado convirtiéndose en una imposición marcada por el devenir económico, dejando de ser una alternativa que responde a una preferencia cultural”.
