-Las previsiones turísticas para la presente temporada pintan muy bien. ¿Desde Blau Hotels lo ven con este optimismo?
-La pasada temporada ya nos situamos en registros comparables a los momentos prepandemia y a fecha de hoy todo apunta a que puede ser una temporada aún mejor pero no podemos pasar por alto que con las complicaciones que hay en el mundo la situación puede sufrir grandes cambios de una semana para otra.
En esta temporada, prevemos que a finales de otoño, estaríamos hablando de entre un 15 y un 20% más de ocupación que el año anterior.
-¿Qué parte de estas buenas perspectivas parten de la misma empresa y que parte el ámbito general?
-Es cierto que existen una serie de circunstancias geopolíticas exteriores de las que nos beneficiamos por que de alguna manera Mallorca se ha convertido en un destino turísrtico refugio por que casi diría, que todo el norte de África, Egipto, Turquía, incluso en parte Grecia no están en su mejor momento turístico y, que en otras circunstancias supondrían una competencia seria para nuestras islas.
Luego hay otra parte que sí nos podemos atribuir por que son factores que hemos cultivado como la fidelidad de nuestros clientes o nuestros índices de calidad que están reconocidos en redes sociales por todas partes, y por tanto, esto para nosotros es básico. La calidad, la fiabilidad de los clientes.
-En Baleares nos hemos situado en un debate en el que se quiere primar la calidad sobre la cantidad. Entonces, ¿Este es el camino de la rentabilidad hotelera?
-Pensemos que para el tipo de hoteles que gestionamos en Blau el número de visitantes es importante. No podemos olvidar para nada que el turismo familiar, basado en el producto de sol y playa es fundamental.
Ahora bién también estamos muy atentos a un mercado que evoluciona. Hasta no hace demasiado nos basábamos en un modelo turístico automatizado en el que la prioridad era abrir el hotel cinco meses desde mayo, con todo incluido, e intentar que estuviera lleno el máximo de tiempo y ya está. Ahora hay una demanda creciente de público que se sitúa fuera de este modelo. La gente busca otras cosas además del sol y playa y estamos observando que aparece público en los dos extremos del calendario. Esto nos reconforta y nos anima a seguir trabajando para desestacionalizar. Por este motivo es que hemos abordado la reforma del Blau Punta Reina y es por ello que estamos haciendo infraestructuras para grupos. Hay que adaptarse a esta evolución de la demanda, que es muy viva y muy dinámica.
-Anteriormente ha señalado como un factor esencial la fidelidad. ¿Hasta que punto repiten sus clientes?
- Tenemos muchos repetidores. Hay clientes que no me dejan de sorprender. Son clientes que conocen al personal mejor que yo. Esto me lleva a un hecho muy agradable y es que nuestros clientes se encuentran bien acogidos en nuestros hoteles. Es lo que buscamos en una época donde los turistas priman este trato.
-Hace unos días, coincidiendo con la apertura del renovado hotel Punta Reina realizaron un encuentro con agentes de viajes. ¿Qué conclusiones saca de este encuentro y que peso tienen los intermediarios con respecto al usuario final?
-Con la pandemia se produjo un cambio importante de paradigma. El turista perdió el miedo a interactuar por internet y hacer reservas y compras directas en los hoteles. Este tipo de público directo aumento. También es verdad que esta situación llevó a los turoperadores a reaccionar pues se podían ver muy afectados. Actualmente nuestros canales de comercialización son muy diversos pero en la estructura general la turoperación sigue teniendo un peso muy importante.
-¿Cual es el perfil de turista hacia el que se orientan especialmente teniendo en cuenta la gran inversión realizada en el Blau Punta Reina?
- En general nuestros hoteles están orientados al turismo familiar que viene en temporada de verano y que quiere tener contacto con el mar y la playa. Es el grueso de nuestra ocupación. Pero es indudable que está creciendo otra demanda. Son segmentos muy específicos, que vienen a Mallorca ha realizar estancias temáticas motviados por el deportes, por la salud, etc... Hay gente de grupos cada vez más temáticos. Esto es un tipo de turismo que se está desarrollando. Y claro, nos ayuda mucho, lamentablemente, el cambio climático. Nosotros aquí disfrutamos, sufrimos en calor en verano, pero luego disfrutamos, cuando no es verano, también de un clima suave, tranquilo y agradable.
Por otro lado hemos detectado la vuelta de los eventos de empresa como clientes después de haber desaparecido durante la pandemia. Entonces, lo que vemos es que hay una gran variedad de eventos patrocinados por empresas desde pequeñas convenciones con sus proveedores, con sus clientes, con sus empleados. Los hoteles se están usando cada vez más por las empresas como puntos para diferenciarse, para hacer cosas novedosas. También ahí estamos viendo un mercado que está reaccionando muy bien a nuestra oferta. Y como digo, nosotros aquí hemos materializado esto en una serie de salones y servicios, servicios de proyección, servicios de megafonía. ¿Por qué? Porque somos sensibles a esta demanda.
-Ya que estamos en el Blau Punta Reina finalicemos la entrevista hablando un poco de la gran inversión realizada y que objetivos persigue.
-Hemos hecho una reforma de más de 8 millones de euros. Se trata de un hotel de 800 habitaciones en las que ya habíamos intervenido en más de 300 y ahora hemos mejorado otras 200 más siguiendo las aportaciones realizadas por nuestros turoperadores. Luego hemos transformado toda la planta baja, justamente para atender a grupos.
Estamos muy satisfechos de haber puesto en valor una parte del hotel que no tenía un uso eficiente. Hemos abierto el hotel hacia fuera dando más espacio a la piscina y creemos que los clientes estarán encantados con estas mejoras,