martes. 30.04.2024

 

Malena Llull ha aterrizado hace poco en Mallorca Rural, entidad a la cual pertenece PIMEM. ¿Cómo ha sido esta llegada y por dónde ha empezado a “poner manos a la obra”?

He llegado a esta organización con mucha ilusión y ganas de aportar mis conocimientos y experiencia con el proyecto que lleva a cabo Mallorca Rural. Naturalmente las primeras semanas han sido de toma de contacto con las personas relacionadas con la gestión de manera más directa y con los temas que de forma más urgente necesitan una respuesta.

Uno de ellos ha sido la continuación como Proyecto Propio del Grupo del trabajo iniciado por Cooperativas agroalimentarias del Proyecto de revalorización de la lana de Mallorca. Un proyecto que tiene como objetivo final dar una respuesta sostenible y duradera al problema de la salida de la lana haciendo un estudio sobre su viabilidad como material industrial.

 

-El debate del campesinado tiene múltiples enfoques pero en el caso de Mallorca Rural hay líneas de trabajo muy concretas y muy definidas. Una de ellas son las ayudas a las empresas. ¿Qué valoración hace y qué peso tiene esta tarea dentro de la asociación? ¿Nos puede dar cifras de las ayudas gestionadas durante el 2020 y respeto este 2021 que está apunte de acabar?

-El impulso y el espaldarazo a las pymes es uno de los objetivos de la Estrategia de Desarrollo Local Participativo  y por tanto desde Mallorca Rural uno de nuestros objetivos primordiales.

 

Te daré cifras y datos: en estos últimos dos años, la asociación ha convocado dos líneas de ayudas en el ámbito del desarrollo rural, una dirigida a las administraciones locales y la otra dirigida a trabajadores autónomos, pequeñas empresas, cooperativas del campo, asociaciones sin ánimo de lucro y otras entidades similares.

 

La convocatoria de ayudas a las empresas, que salió a finales de 2020, se dotó de un presupuesto inicial de 600.000€, que más adelante se amplió hasta 835.288 €. En esta convocatoria se presentaron 71 solicitudes, de las cuales finalmente han quedado 55 proyectos subvencionables. Los importes de los proyectos van desde 8.000 hasta 50.000 € con un porcentaje máximo de subvención del 80% o del 50% del presupuesto, en función de si el proyecto es no productivo o productivo.

En este sentido, de los 55 proyectos subvencionables existentes a la convocatoria, 41 son productivos y 14 no productivos. En cuando a los tipos de proyectos que se han presentado hay 22 dentro de la medida de apoyo al sector primario y agroindustrial (venta directa de productos agrícolas, multe funcionalidad de las explotaciones y promoción de variedades locales), 5 dentro del apoyo a la conservación del patrimonio natural y cultural, 10 de la medida para la conservación y gestión sostenible de recursos y finalmente 18 al apoyo transversal al impulso de diferentes sectores (proyectos formativos y de sensibilización)

 

- Una segunda cuestión que me llama la atención es el seguimiento que se hacen de los proyectos que puedan generar ocupación. De todos es sabido de la importancia de seguir generando trabajo en el campo. ¿En qué momento nos encontramos en proyectos noveles y que tengan capacidad de generar puestos de trabajo? ¿Se podrá cuantificar la ocupación generada?

De los proyectos presentados podemos hacer una aproximación en base a la información aportada por los solicitantes. Nos podemos aventurar a decir que estaría en unos 20 puestos de trabajo directos, que muchos de ellos serían de carácter estacional, más la repercusión indirecta sobre el sector productor e industrial mallorquín. También decir que hay 7 proyectos que contemplan la realización de acciones de formación ocupacional, de las cuales se puede pensar que también incidirán en la creación de ocupación.

 

-Mallorca Rural donde centra sus objetivos a corto y a medio plazo? Es optimista en un mundo donde servicios ganan terreno y las importaciones no se paran de crecer?

En relación a los objetivos, Mallorca Rural tiene como misión principal la aplicación de la EDLP para la zona rural de Mallorca y queremos ser un referente como “motor” de iniciativas que fortalezcan el tejido socio-económico de las zonas rurales de Mallorca de manera sostenible.

 

Como objetivo a corto plazo, colaborar al máximo con el FOGAIBA para agilizar las fases pendientes de la convocatoria porque las ayudas se resuelvan el más bien posible, estudiar la posibilidad de sacar nuevas líneas de cara en 2022.

 

Y más a medio plazo iniciar las bases para redactar la próxima EDLP 2023-2027. A la vez potenciar la relación con los socios del Grupo y disponer de un plan de comunicación que nos ayude a dinamizar las zonas rurales y trabajar con la metodología “LEADER”.

 

A nivel interno dotar la estructura de los recursos y procesos adecuados que nos permita optimizar y mejorar el servicio que damos. Rigor, transparencia, servicio y eficacia. En la segunda parte de la pregunta de si somos optimistas, ciertamente tengo que decir que sí. Somos optimistas porque si una cosa está clara a la vista de lo que nos rodea es que vivimos en un mundo de cambios. Lo que hoy es una creencia, mañana deja de serlo.

 

El mundo rural también es un servicio que lo que hace es proveer de alimentos, bienes y servicios que nacen de la sociedad rural mallorquina. Si somos sensibles podemos constatar un movimiento o concienciación importante dentro de la sociedad donde se asocia lo próximo con “bueno y sostenible”.

 

Hablamos de la necesidad de una sostenibilidad medioambiental, económica y social. Y este movimiento es la reacción ante un sistema económico artificial y tóxico que está destruido nuestro planeta. La sostenibilidad entendida como un sistema socioeconómico que permite a la gente vivir bien sin hacer daño en el planeta. Y Mallorca Rural cree en un sistema de desarrollo del tejido rural sostenible desde esta perspectiva.

 

-El debate sobre la sostenibilidad puede y tiene que jugar a favor de Mallorca Rural. ¿Qué “palancas” cree que se tienen que activar porque la sociedad mallorquina tome cada día más conciencia de apoyar a la producción agroalimentaria local? La palanca de la comunicación, la palanca de la diversificación, la innovación…

 La sociedad mallorquina está concienciada con la calidad del producto local. Cómo apuntaba más arriba existe un movimiento que asocia lo local con “bono y sostenible”. Como palancas necesarias, diría que incentivar las actuaciones que den valor añadido y continuar con las campañas de promoción de producto local que destaquen las ventajas para la sociedad y el mantenimiento del entorno donde vivo y su sistema de vida Producir con calidad, de forma sostenible, apostando por una producción lo más respetuosa posible con el medio ambiente. La innovación desde la producción, pasando por la industria y la comercialización

Malena Llull:  "La sociedad mallorquina está concienciada con la calidad del producto...