viernes. 26.04.2024

 

Recuperar el carácter tradicional de las ferias y mercados. Esta es la gran preocupación que ha puesto de manifiesto el presidente de Pimeco, Bernat Coll en un artículo publicado en la web oficial de la entidad.

 

Según Coll "los ayuntamientos no son los únicos que lamentan la pérdida de calidad de los mercados tradicionales de nuestros pueblos. Los comercios añoran las ferias y mercados de hace 20 años, aquellas que aún conservaban su propio espíritu y estaban exentas de la masificación actual".

 

Coll explica que "la estampa es la misma en casi cualquier feria o mercado de Mallorca: una vorágine de personas que impide pararse a ver el género con tranquilidad, una gran cantidad de stands que ofrecen exactamente lo mismo y dificultad para acceder y poder aparcar en los pueblos".

 

Añade además que "en los últimos años da la sensación de estar viendo exactamente lo mismo allá donde vayas, lo cual tampoco es casualidad dado el alto grado de profesionalización de algunas redes de vendedores con capacidad para establecerse en varios mercados de la isla a la vez".

 

El presidente de Pimeco expone que "tienen razón los consistorios al lamentarse de esta pérdida de calidad y de alma en nuestros mercados" pero también advierte que "son los propios ayuntamientos quienes han permitido que se llegase a esta situación". Así pués, considera que son estos ayuntamientos los que "tienen en sus manos las herramientas necesarias para poder cambiarlo".

 

Señala que "es una buena señal que desde localidades tan importantes como Inca, Santa María o Sineu (por poner ejemplos) hayan decidido poner freno a esta situación".

 

Para el presidente de Pimeco la clave del éxito reside  en el consenso entre ayuntamiento, comerciantes, "firaires" y vecinos. En los mercados tradicionales de hace años todas las partes se veían beneficiadas: los comerciantes que montaban sus stands podían vender sus productos, los comercios estables aumentaban sus ventas los días de mercado y los vecinos del pueblo tenían la capacidad de acceder a una mayor variedad de productos. Además, los turistas tenían la oportunidad de disfrutar de la esencia de Mallorca, alejada de la artificialidad del sol y playa".

 

"Queremos que vuelva a ver variedad y calidad en las ferias y mercados de Mallorca, que se prime el producto local por encima de otros y que los comerciantes del pueblo se vean beneficiados" sentencia Bernat Coll.

El presidente de Pimeco lamenta la pérdida del carácer tradicional de mercados y ferias