El Acuerdo de París celebra este próximo domingo su sexto cumpleaños. Han pasado seis años desde el momento que, dentro de la Convención Marc de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, se establecieron medidas para la reducción de las emisiones de gases invernadero a escala mundial.
El objetivo de CERO emisiones de CO₂ marcado para el 2050 aquel 12 de diciembre del 2015 tuvo como finalidad reforzar la respuesta mundial a la amenaza del cambio climático y supuso todo un hito internacional.
El Acuerdo de París tiene como objetivo principal limitar el incremento de la temperatura global a 2 °C, con la aspiración que no sea 1,5 °C superior respecto de la temperatura del periodo preindustrial. El Acuerdo no se limita a la fijación del objetivo, sino que marca el camino para lograrlo e introduce la condición de neutralidad carbónica, que en el caso de las economías desarrolladas se tiene que lograr el 2050.
Para Endesa, supuso un reto sin precedentes en materia de cambio climático, con el establecimiento de objetivos ambiciosos, y ya en su Plan Estratégico 2017-2019 fijó su primer compromiso de tener una generación eléctrica con cero emisiones de CO₂ el 2050.
Gracias al gran esfuerzo y al compromiso de la compañía, apenas cinco años después de la entrada en vigor del Acuerdo de París, Endesa ha reducido sus emisiones un 70% desde el 2015 y un 82% desde el 2005, cuando entró en vigor Protocolo de Kioto.
Pero "estamos viviendo un momento crítico, en el cual las evidencias científicas y la ambición en los nuevos objetivos climáticos están provocando una actualización integral de la legislación, que sin duda afecta todos los sectores económicos. Las empresas tenemos que estar a la altura de las circunstancias y hacer cambios significativos en nuestras operaciones, impulsando planes de transformación sostenible", afirma Jorge Pina, director de Medio Ambiente de Endesa.
Por eso, Endesa trabaja para aumentar la ambición de sus objetivos, queriendo dar respuesta a las necesidades de la sociedad y del planeta, y en el nuevo Plan Estratégico 2022-2024, presentado en noviembre, ha actualizado su apuesta por la transición energética con una visión renovada a 2030 y un nuevo hito clave: avanzar una década su descarbonización completa, que ahora llegará el 2040.
Esto se conseguirá en base a cuatro grandes ejes. El primero de ello es el despliegue de nueva capacidad renovable que haga toda la actividad de generación 100% libre de emisiones (dentro y fuera de la península Ibérica), desde el 40% el 2021 y el 70% estimado el 2030
Además se apostará por la hibridación de instalaciones renovables con tecnologías de almacenamiento y producción de hidrógeno verde y también por la salida del negocio del carbón en 2027 y del de producción eléctrica con gas en 2040. De la misma manera Endesa saldrá del negocio minorista de comercialización de gas
Endesa tiene previstas unas inversiones de 31.000 millones de euros entre el 2021 y 2030, un 22% más que en la visión 2030 presentada el último año.
De esta cifra, el 40% se destinará a aumentar el parque generador renovable hasta lograr 24.000 MW, es decir, 16.000 MW adicionales a los operativos al cierre del 2020. Con esto, la producción con fuentes limpias se multiplicará por cuatro hasta 48 terawatts/hora y la proporción de generación peninsular libre de emisiones logrará el 95%.
El crecimiento en renovables, junto con la salida total del negocio de carbón el 2027, se afrontan desde un punto de vista de economía circular.
Otro 40% estará destinado en la red de distribución, con 12.000 millones, lo cual elevará la base de activos regulados desde los 11.700 millones hasta los 13.000 millones a finales del 2030.
Con esto se pretende profundizar en la mejora de la seguridad y calidad del suministro, así como hacer la red más eficiente y flexible para encarar las necesidades de la nueva generación renovable prevista y las nuevas necesidades de los clientes.
El número de usuarios finales de la red de Endesa crecerá así un 6% hasta 13,1 millones, desde 11,7 millones al cierre de este año.
