viernes. 26.04.2024

   

Tras un verano de éxito en cuanto a visitantes nacionales y extranjeros se refiere, desde Palma Beach hacen un repaso de la temporada turística en la zona. Una temporada que el CEO de Palma Beach, Juan Miguel Ferrer, califica como “buena, pero con altibajos”.

Así, desde Palma Beach se apunta a que “estamos satisfechos con el número de visitantes, incluso en algunos momentos ha habido un pico muy elevando, sobrepasando el límite aceptable, pero ha habido otros en los que nos han faltado visitantes”.

“Hemos echado en falta el cliente de entre semana, con bajones importantes de martes a jueves, y exceptuando los meses de julio y agosto, el resto se ha concentrado la temporada en fin de semana, lo que genera una ineficiencia a la hora de organizar los horarios en los negocios que dan servicios a estos turistas”, asegura Juan Miguel Ferrer.

En cuanto al nivel de gasto por turista, desde Palma Beach han constatado que, durante los dos años de pandemia, aunque la afluencia de turistas fue menor, “el poder adquisitivo era mayor, lo que demuestra que este año el turismo se ha ‘democratizado’, y así lo esperábamos, con lo que el gasto ha sido menor”.

Respecto a la rentabilidad de los negocios de Palma Beach, éstos se muestran “contentos con la temporada” pero apuntan en la misma línea que los negocios hoteleros, con turismo concentrado en fin de semana “y con puntas muy importantes, pero con valles a mitad de semana muy difíciles de rellenar y con un gasto no tan bueno como años anteriores, incluso con restricciones por la Covid-19”, asegura Juan Miguel Ferrer.

En referencia a uno de los problemas de cada temporada, el turismo de excesos, desde Palma Beach quieren destacar que, tras las denuncias interpuestas a mediados de junio, “la situación no ha mejorado nada y los problemas han seguido en primera línea”, aunque apuntan al “gran trabajo que se ha hecho este año por parte de la Policía Local, a quienes hemos visto volcados en arreglar los problemas de la calle”, pero insisten en que “no existen medios suficientes para poder erradicar el problema, con mega botellones de miles de personas y con el cese de las restricciones se ha visto, incluso, incrementado”.

“Posiblemente ha sido uno de los peores años en cuanto a turismo de borrachera se refiere, dejando una imagen lamentable a pie de playa”. Desde Palma Beach se apunta a que “aunque desde la conselleria de Turismo se ha estado trabajando tímidamente, el abandono por parte del Ayuntamiento de Palma ha sido total, provocando que haya habido un alto índice de criminalidad, de menudeo de droga, con una sensación de inseguridad flagrante”.

Y no sólo, apuntan, en referencia al turismo de borrachera, si no en cuanto a servicios. “llevamos siete años sin alumbrado público en primera línea con diferentes excusas por parte de la administración de Palma. También llevamos ocho años con los mismos bolardos pintados que no se han retirado de las calles y casi 25 años sin que se haya invertido en un adoquín, con lo que las instituciones no trabajan de manera conjunta y no podemos hablar, en absoluto, de un buen trabajo real, in situ, y no vemos voluntad política de cambiar Playa de Palma”.

En cuanto al margen de mejora para futuras temporadas, para Palma Beach el plan de trabajo “debe ser a 10 años para cambiar el modelo turístico, no comenzar de cero cada temporada”.

“Necesitamos inversión en infraestructuras, controlar y erradicar el incivismo con un cambio de leyes y firmeza en su aplicación, un buen mantenimiento de playas y calles, embelleciendo jardines y diversificando los 6 kilómetros de playa monotemáticos, una reinvención del ocio propiciado por nuevas normas urbanísticas, la eliminación de hoteles obsoletos de 1, 2 y 3 estrellas, en definitiva, quedan mil asignaturas tras cinco años sin hacer absolutamente nada en Playa de Palma”, remarca el CEO de Palma Beach.

Finalmente, y sobre si se ha conseguido el objetivo marcado de alargar la temporada en la zona, desde Palma Beach apuntan a que, “la temporada siempre se ha alargado hasta la primera o segunda semana de noviembre, el problema es que se concentra en fin de semana y eso es fatal para los negocios, porque se les obliga a mantener una infraestructura de costes muy alta para sacarle provecho únicamente el viernes y el sábado, porque el domingo ya se van. El turismo sólo de fin de semana no es sostenible en esta zona y hay que hacer todo lo posible para que estos turistas alarguen más”.

Palma Beach califica la temporada turística como “buena, pero con altibajos”