viernes. 26.04.2024

Toni Juliá representa la tercera generación incorporada al negocio de Pinturas Juliá. La empresa, ubicada en el Polígono de Son Castelló, aspira a mantener su posicionamiento a partir de una filosofía muy clara:  poner las necesidades del cliente en el foco principal de atención.

 

- ¿Como ve usted el polígono actualmente y cuáles son los principales problemas?

-El concepto de polígono industrial, así como lo concibió ASIMA en su momento, fue un gran acierto. Aquí podemos encontrar una gran oferta sin tener que hacer grandes desplazamientos. Al final la unión hace la fuerza y en el polígono de Son Castelló así ha sucedido. Si mantenemos a las empresas unidas seremos más fuertes y más competitivos.

En cuanto a los problemas que nos afectan el principal es el de la movilidad. Hace falta un transporte público eficiente y adaptado a la realidad del polígono si no queremos saturar las calles de coches como lo están ahora. Debemos dar facilidades a los trabajadores. Ahora tenemos un transporte público que deja mucho que desear.

Por otro lado, necesitamos un mejor mantenimiento de las calles. Como anécdota tenemos nuestra calle en la que cuando llueve se inunda toda una parte y la jardinería está sin cuidar. La limpieza también es deficiente.

 

- Su empresa tiene 70 años. ¿Cuál es la clave para que una empresa familiar dure tanto tiempo?

-La clave ha sido adaptarnos a los tiempos que vivimos y sobre todo detectar las necesidades del cliente y darles el servicio que necesitan. El secreto es intentar fidelizar al cliente y que se vaya contento cuando realiza cada compra.

 

"Hace falta transporte público eficiente y adaptado a la realidad del polígono"

 

- Como empresario, ¿Cómo ve la relación que tienen con los organismos públicos?

-Las pymes necesitamos más ayudas económicas y mayor reconocimiento. Le pongo un ejemplo. Vemos muchas veces que cuando se inauguran grandes superficies comerciales están todos los políticos destacando que se crean centenares de puestos de trabajo. Después no ven que se están destruyendo otros puestos de trabajo de pequeñas empresas.

Se que vivimos en una economía de libre comercio, pero este apoyo que se ve para los grandes no existe para los medianos y pequeños negocios. Tendría que haber más ayudas para crear puestos de trabajo bajar los impuestos todo lo posible. A veces nos cargan de impuestos a los empresarios y no se miran las administraciones públicas si gestionan de forma optimizada los recursos. Es más fácil subir los impuestos para cubrir gastos que no mejorar la gestión interna. Al final la cuerda se tensa y siempre se carga en el mismo bando.

 

- ¿Cómo ve el papel que tiene ASIMA en defensa del tejido empresarial y el trabajo que realiza para dar más voz a los jóvenes empresarios?

-Me acuerdo de que mi abuelo me dice que conocía a todas las empresas potentes del momento. Siempre se envolvió de buenos contactos. Ahora los jóvenes empresarios casi ninguno nos conocíamos entre nosotros hasta que se activó Jóvenes Asima. Es una manera muy interesante de hacer networking y de hacer propuestas interesantes de forma conjunta. Aún nos queda mucho por andar, pero los primeros pasos ya se han dado.

A nivel de polígono todo lo que sea sumar es positivo y Asima ha conseguido tener una voz autorizada y reconocida ante las autoridades. Si cada uno de los empresarios hiciéramos nuestras reivindicaciones por nuestro lado no conseguiríamos nada. Con Asima es más fácil conseguir soluciones a nuestros problemas.

 

"Las pymes necesitamos más ayudas y más reconocimiento"

 

- ¿En qué momento se encuentra la empresa?

-Pinturas Juliá alcanza ahora la tercera generación al frente. Mi abuelo Llorenç que empezó con el negocio tiene 97 años. Mi padre, Tolo Juliá, cumplió 71 años y aún está en activo en la empresa. Juntos estamos llevando a cabo este relevo generacional en la dirección y nos preparamos también para un relevo generacional en los trabajadores. Hay personas trabajando con nosotros desde hace 30 años y pronto se jubilarán. Ahora lo importante es aprovechar la parte de la experiencia y mezclarla con la innovación y las ganas de la gente joven y que de este cóctel salga una fórmula ganadora.

 

- ¿Y en cuanto a la empresa?

-En estos momentos pasamos por un buen momento. Estamos recogiendo los frutos de la apuesta que hicimos cuando nos trasladamos a nuestra actual nave de Son Castelló donde disponemos de 2.000 metros cuadrados. Además, hace tres años abrimos una tienda en Manacor que ya tenemos consolidada. Ambas decisiones fueron grandes aciertos. También mantenemos el establecimiento de siempre al lado de Plaza España.

 

- ¿Hacia dónde dirigen ahora su negocio?

-Tenemos cuatro grandes patas que sustentan nuestra actividad. Hablamos de la industria náutica, de las mejoras en hoteles, de la venta al por mayor para ferreterías y como suministradores de profesionales. A ello debemos añadir la venta a particulares. Este es un nicho de mercado que tenemos pendiente por explotar más ya que tenemos mucha competencia por parte de las grandes superficies comerciales. En este sentido tenemos que reinventarnos y ser cada vez un poco mejores.

 

- ¿De las cuatro patas de negocio que es lo que genera más demanda?

-Sobre todo ahora la construcción. Es verdad que ha bajado la inversión en reformas hoteleras, pero hay mucho movimiento de actualización de establecimientos. No se hacen grandes reformas, pero si un buen mantenimiento. También funciona mucho el sector de los chalets de lujo, así como las pequeñas reformas. Por otro lado, en el sector náutico notamos una activación importante. Hasta ahora habíamos trabajado en los yates de mediana y pequeña eslora y ahora nos metemos en el sector de los megayates a través de los profesionales que operan en los varaderos.

Toni Juliá: “Si mantenemos a las empresas unidas seremos más fuertes y más competitivos”