-Tienen su sede en el polígono de Son Castelló. ¿Cómo vé el polígono y que cree que se podría mejorar?
-Aunque parezca increíble, nos mudamos al polígono el 1 de marzo de 2020, dos semanas antes de entrar en confinamiento. Por lo que me temo no puedo hacer una valoración justa acerca de las posibles mejoras. Lo que sí puedo decir es que estamos muy a gusto y nos hemos sentido muy bien acogidos por todos nuestros vecinos.
-Usted forma parte de la sección Asima Jóvenes. ¿Qué representa para usted esta asociación y que le aporta?
-Me fascina la idea de dar voz a jóvenes empresarios dentro de un polígono con tanta historia y reputación. Crear climas donde los jóvenes puedan intercambiar ideas con empresarios de toda la vida sólo puede traer cosas buenas, ya que se mezcla la experiencia con las necesidades de las nuevas generaciones.
"Me fascina la idea de dar voz a jóvenes empresarios dentro de un polígono con tanta historia y reputación"
-¿Qué es y cómo ha crecido Playspace?
-Playspace crea y comercializa videojuegos tradicionales para dispositivos móviles como Parchís, Dominó, Bingo, Chinchón, etc.
Fundamos Playspace en 2011 dentro de la incubadora Mola en el Parc Bit. Hasta entonces hemos ido creciendo en las diferentes fases de una startup, desde capital semilla con business angels hasta fondos de capital riesgo tanto nacionales como internacionales.
A día de hoy, Playspace cuenta con 46 personas, 20 juegos publicados y un crecimiento anual del 40% en ventas.
-Su empresa se encuentra en plena fase de expansión internacional. ¿Cuéntenos más?
-En nuestro subgénero de juegos, somos líderes en España e Italia con cuotas de mercado de entre el 40% y 50%.
En el 2018, viendo que fuimos capaces de exportar nuestros juegos con éxito a Italia, nos planteamos un plan de expansión internacional agresivo basado en el lema “From local hero to global player”.
Este proyecto ha supuesto muchos cambios organizativos y mejoras de nuestros procesos con el fin de adaptarnos a la calidad exigida en el mercado internacional. Pero con ello hemos conseguido entrar en Francia con éxito y para este año nos planteamos lanzar nuestros juegos en países anglosajones y países de latinoamérica.
-También están inmersos en una ampliación de su plantilla ahora mismo…
-Para abordar esta expansión tenemos un plan de contratación para este año de 13 personas con diferentes roles como artistas, programadores, ingenieros y perfiles de negocio.
"Tenemos un plan de contratación para este año de 13 personas con diferentes roles"
-En medio de una crisis tan importante como la que vivimos. ¿Cómo se consigue esquivarla, crear oportunidades y seguir creciendo?
-Afortunadamente nos dedicamos al entretenimiento digital, un sector que se ha visto afectado positivamente durante los meses de confinamiento al igual que el sector ecommerce. No obstante, éramos conscientes de que los hábitos de consumo y reglas de juego del sector iban a cambiar de la noche a la mañana por lo que cambiamos nuestros procesos y herramientas para adaptarnos a los cambios necesarios.
La clave en este sentido ha sido la agilidad, la confianza en el equipo y no tener miedo a los cambios. Aunque hayamos nacido como empresa digital, muchas de nuestras herramientas y día a día eran físicas. Tras el confinamiento podemos afirmar que ahora sí somos una empresa 100% digital.
-Ya que hablamos de recursos humanos ustedes tienen una visión muy particular y diferente de la gestión de personal.
-Unido a lo anterior, la confianza en el equipo es clave. En Playspace trabajamos por equipos pequeños multidisciplinares e intentamos darles toda la autonomía y poder de decisión posible. Los equipos se autogestionan y se responsabilizan de los proyectos. Como consecuencia, conseguimos convertirnos en una empresa empoderada, flexible y orientada a objetivos con políticas como la flexibilidad horaria y full remote.
Esta metodología de trabajo no es sencilla y requiere mucho tiempo y disciplina tanto personal como profesional, así como objetivos muy bien definidos y alineados con la empresa. Uno de mis roles es ofrecer todas las herramientas a mi alcance para crear, mantener y mejorar dicho ecosistema y hacer de paraguas ante la incertidumbre.
-Es curioso que haya en Mallorca empresas tecnológicas como la suya con tanta vocación exterior pero que son desconocidas a nivel de público en general. ¿A qué cree que se debe esto?
-La industria del videojuego siempre ha pasado desapercibida tanto por las instituciones como el público en general. Es difícil deshacerse del San Benito de que “hacemos jueguecitos” o de que “estamos matando marcianos”, pero poco a poco en los últimos años esto está cambiando y las empresas se están dando cuenta del valor y tecnología que aporta la industria del videojuego.
Muchas de nuestras familias cuando empezábamos a trabajar en esto nos decían que buscáramos un trabajo de verdad. Ahora están felices y orgullosos de nosotros porque han entendido que, aunque hagamos juegos, esto es un negocio y no es para jugar.
"Muchas de nuestras familias cuando empezábamos a trabajar en esto nos decían que buscáramos un trabajo de verdad"
Y a nivel local, cuando se habla del sector tecnológico se hace referencia a tecnología turística en la mayoría de los casos.
-¿Hay talento y capacidad en Mallorca para convertirnos realmente en una isla que pueda acoger estas empresas innovadoras?
-En nuestro caso particular, en Mallorca hemos llegado a un techo de talento y tenemos que contratar fuera principalmente debido a que nuestro sector es muy joven por lo que es difícil encontrar gente con experiencia local.
Por otro lado, el auge de los videojuegos ha supuesto que las nuevas generaciones quieran dedicarse a los videojuegos, pero la falta de formación y desconocimiento de que no sólo se trata de dibujar y diseñar hace que sea complicado encontrar al candidato ideal. Hay muchas disciplinas que se pueden desarrollar.
"Echo en falta políticas que incentiven la atracción de talento y nómadas digitales como están haciendo en Canarias"
-¿Cree que las administraciones han estado a la altura de las circunstancias a la hora de ayudar a las empresas?
-Sí, por supuesto. Aunque parezca que nunca llueva a gusto de todos, hace diez años no había ni la mitad de ayudas, préstamos, fondos de inversión, incubadoras y empresas especializadas como hay ahora. En Mallorca tenemos por ejemplo la incubadora de empresas del Parcbit de las que han salido empresas muy innovadoras o iniciativas privadas como Mola.
Aún así, sí es verdad que echo en falta políticas que incentiven la atracción de talento y nómadas digitales como están haciendo en Canarias. Mallorca es un lugar fantástico para vivir, con muy buenas infraestructuras y servicios, conexiones con toda Europa, cultura mediterránea y clima templado.
