jueves. 02.05.2024

El regreso a Segunda División del Real Mallorca ha sido un avance para el club y la sociedad mallorquina en términos económicos. El equipo crece deportivamente, ganando presencia en las apuestas deportivas online, y también mejora notablemente sus ingresos.

 

El radio poblacional es infinitamente superior en Segunda División que en Segunda B. La categoría de plata del fútbol español cuenta con catorce equipos pertenecientes a capitales de provincia como es el caso de Albacete, Cádiz, Real Zaragoza, Real Oviedo, Numancia, Málaga, Granada, Osasuna, Almería, Tenerife, Nástic de Tarragona, Las Palmas y Córdoba, además del Mallorca. Esto implica un volumen de población muy alto el que vive bajo el paraguas de la Segunda División, y por tanto, una mayor posibilidad de que se produzcan desplazamientos masivos, con la consiguiente repercusión económica que puede tener para la isla. A medida que avance la temporada, sobre todo en los últimos meses, en los que coincide el inicio del buen tiempo y el tramo decisivo de la competición; será cada vez más fácil ver aficionados visitantes en Palma, que aprovechan también el viaje para hacer turismo. Algunas de estas localidades tienen un aeropuerto cerca que comunica de forma directa con Palma. Es el caso de Elche, el rival más próximo con Baleares.

 

Aunque no tiene la repercusión ni el volumen de negocio de la Primera División, la Segunda, también llamada Liga 123 maneja presupuestos importantes. Los veintidós clubes de la competición disponen de un total de 189 millones de euros para confeccionar sus plantillas. El más rico es el Málaga, con 22 millones, y el más pobre es el Reus, con tres. El Real Mallorca está el undécimo de esta clasificación con una inversión de 6,9 millones. El proceder de Segunda B le limita en cuanto a presupuesto. Pero éste aumentará durante las próximas temporadas si se mantiene en la división de plata.

 

ASCENSO A PRIMERA: UN IMPACTO SUPERIOR A 60 M€ ANUALES. Estas cifras se dispararían si el Mallorca es capaz de volver a Primera División, en cuya última participación data de 2013. Ese año el club vio reducido su presupuesto para confeccionar la plantilla de 22 a 9 millones. Un ascenso a la máxima categoría supondría un impacto directo de 30 millones de euros para el club, al que hay que sumar el que repercutiría en la isla por todo lo que mueve cada partido de la máxima categoría: llegada de aficionados rivales, medios de comunicación, consumo de los aficionados locales... Además de la difusión y publicidad que supone para una ciudad el jugar en una competición que es seguida en cientos de países cada fin de semana. Un estudio sobre un posible ascenso del Real Oviedo a Primera, elaborado en 2015, calcula que ello tendría un impacto de 33 millones en la ciudad y en la región de Asturias. En el caso del Mallorca, la cifra sería superior por la condición de destino turístico por excelencia en Europa.

 

Entre el beneficio directo para el Real Mallorca, ganado principalmente por los derechos de televisión, y el que repercutiría en la sociedad; se podría decir que un ascenso a Primera División supondría una inyección económica superior a 60 millones de euros anuales para la isla.

El ascenso a Segunda puede mejorar la economía de Mallorca