domingo. 28.04.2024

Un seguro de vida es una garantía económica que protege al asegurado y a su familia en caso de fallecimiento o de una invalidez provocada por un accidente o una enfermedad. Aunque la contratación de este tipo de póliza no es obligatoria casi 20 millones de personas tienen suscrito uno en España.

Hay muchos motivos diferentes para contratar una poliza de vida pero la principal seguramente es estar tranquilo en el sentido de dejar una situación económica estable a cualquier familia una vez que uno de sus pilares fundamentales falte. La utilidad de un seguro de este tipo deja cubiertas por ejemplo una hipoteca.

Tomar un seguro de vida no es una decisión que deba realizarse a la ligera y es imprescindible reflexionar acerca de la situación económica personal y de las expectativas que uno tiene en el futuro y sobre todo de la situación que quiere dejar a los beneficiarios. Entre estas decisiones se encuentra la de definir el capital asegurado necesario que derivará también en la cuota a pagar hasta la muerte.

La elección de un tipo u otro de seguro dependerá de las circunstancias personales y financieras de cada persona, o del  objetivo económico a cubrir tras la muerte. En este sentido conviene siempre asesorarse adecuadamente y ponerse en las manos de un experto. Por ejemplo diferentes entidades tienen grandes asesores en los departamentos de banca seguros.

En estos momentos básicamente, existen cuatro modalidades, que son: seguros de riesgo o para casos de muerte, seguros de ahorro o para caso de supervivencia o de jubilación, seguros mixtos y seguros de rentas. Cada uno de estas modalidades de seguro de vida tiene sus propias características. También hay otros productos financieros como los planes de pensiones que casi actuan como un seguro de vida en el sentido en que todo lo ahorrado se recupera con la muerte por parte de los herederos o beneficiarios. Eso si, hay que revisar cuales son los mejores planes de pensiones que se ajusten a la situación de cada persona.

Otra herramienta similar sería un seguro de vida ahorro destinado a complementar la pensión pública de jubilación y que va unido a una cuenta ahorro. El tomador, que habitualmente también es el beneficiario, abona unas primas por las que se le ofrece una rentabilidad concreta. Se trata de un producto de bajo riesgo y con gran liquidez que, además, cuenta con importantes ventajas fiscales, dado que no se tributa por la rentabilidad que se obtiene, salvo cuando se rescata.

La mejor manera de contratar un seguro de vida ahorro es con un Plan Individual de Ahorro Sistemático (PIAS), una herramienta de ahorro a futuro que cuenta con un límite de aportación anual de 2.000 euros y un máximo de 240.000 euros en toda la vida del producto. 

Los seguros de riesgo o para casos de muerte se caracterizan por el hecho de que el capital contratado es pagado inmediatamente después del fallecimiento del asegurado si éste ocurre antes de finalizar el plazo de duración del seguro. Si la persona asegurada sobrevive a ese periodo el seguro queda cancelado, quedando las primas satisfechas a favor de la compañía aseguradora.

En esta categoría podemos observar dos tipos de seguro de riesgo; los temporales y los seguros de vida entera.

El seguro temporal cubre el riesgo de fallecimiento prematuro antes de terminar el contrato. En este tipo de seguro impera el componente riesgo por encima de otras variables. Su duración es de un año renovable de forma tácita hasta un número determinado de periodos. Su coste no suele ser muy alto y permite contratar coberturas elevadas.

Los seguros temporales suelen contratarse para proteger obligaciones hipotecarias, garantía de cancelación de deudas o como protección adicional para la familia.

Por su parte, los seguros de vida entera extienden sus coberturas durante toda la vida del asegurado de forma permanente, sin plazo. La indemnización se paga inmediatamente después de la mearte del asegurado, cualquiera que sea el momento en que esto ocurra.

En ocasiones se añade la opción de la restitución del capital asegurado si el se ha sobrevivido a determinada edad, dando por finalizado el contrato. En este caso se trataría de un seguro mixto, de vida y muerte.

En cuento a los seguros de vida entera, existen dos modalidades:

Seguros de vida entera a primas vitalicia, en los que las primas se pagan durante toda la vida del asegurado, habiendo así una cobertura continua

Seguros de vida entera a primas temporales, en los que el pago se realiza solo durante unos años o hasta el fallecimiento del asegurado.

Seguros de ahorro

Los seguros de ahorro o para casos de superveniencia o de jubilación tienen como objeto la obtención de un capital al final del plazo convenido.  La finalidad de estos seguros es la inversión a medio o largo plazo para complementar la prestaciones de jubilación o para acumular un capital que permita hacer frente a situaciones futuras.

Seguros mixtos

Los seguros mixtos aúnan en un mismo contrato un seguro de riesgo y un seguro de ahorro, de modo que el asegurado queda cubierto en caso de fallecimiento (en cuyo caso los beneficiarios recibirán una indemnización) y tiene asegurada un prestación si sobrevive a la edad estipulada.

Seguro de rentas

En los seguros de rentas, mediante la aportación de un capital único o el pago de una prima durante un tiempo determinado, el asegurado tiene garantizada una renta vitalicia (pago de unas cantidades mientras viva, cuyo importe puede ser fijo o variable) o una renta temporal (durante un tiempo determinado).

Pautas para elegir el mejor seguro de vida