viernes. 26.04.2024

Los máximos responsables de Palma Beach, Juan Miguel Ferrer (CEO) y Pedro Marín (gerente), han ofrecido una rueda de prensa este jueves para dar a conocer las previsiones de Semana Santa y analizar las perspectivas de negocio que se manejan para la inminente temporada turística 2022 en Playa de Palma.

 

Al respecto desde Palma Beach han destacado que pese a los dos años de pandemia por la Covid-19, el destino logró mantener su liderazgo al lograr un corredor turístico junto a las hoteleras TUI y RIU, y garantizar una situación higiénica y sanitaria correcta en junio de 2020. Lo mismo sucedió en 2021, lo cual permite afrontar la temporada turística 2022 con optimismo.

 

“Dos años después del inicio de la pandemia, las previsiones son muy buenas y se acercan a las cifras alcanzadas en 2019, con una previsión de ocupación esta Semana Santa del 95%”, ha asegurado Juan Miguel Ferrer.

 

Por su lado, Pedro Marín ha asegurado que “ya hemos llegado a una nueva normalidad, ya que ahora mismo el 70% de la planta hotelera está abierta y en la segunda quincena de mayo, el 100 % de los hoteles de Playa de Palma estarán abiertos”.

 

Asimismo, se ha puesto de relieve que Palma Beach ha salido reforzada como marca turística de calidad, ya que se ha acelerado el proceso de cambio de modelo turístico, dejando atrás el estigma de la Playa de Palma como turismo de excesos. “La evolución del modelo turístico de calidad es imparable y Playa de Palma ha hecho sus deberes y ha acelerado el cambio. La pandemia ha sido un turbo para Palma Beach”, ha sentenciado Ferrer.

 

En esta línea, Ferrer ha explicado que en sus sondeos a los clientes y turistas “hemos detectado nuevos clientes, un tipo de turismo que no había visitado Playa de Palma y que ahora han conocido el destino y se muestran dispuestos a repetir”.

 

Sin embargo, a la hora de identificar las debilidades del destino, desde Palma Beach han señalado la escasez de un sector comercial de calidad. “Los visitantes echan en falta un comercio de calidad, distanciado de las pequeñas tiendas playeras y de suvenir, pues este importante sector no se ha adaptado ni ha hecho las inversiones necesarias que sí han hecho otros sectores como la hostelería y la restauración”, ha señalado Ferrer.

 

“Hoteles, bares y restaurantes han protagonizado un considerable esfuerzo de reconversión y modernización, con aumento de categoría de los hoteles, que sitúa nuestra planta hotelera al nivel de Cannes, Niza, Barcelona, Niza o Tel Aviv, por citar los destinos turísticos internacionales más punteros”.

 

Además, los responsables de Palma Beach han reclamado mejoras en el transporte público y en la conectividad de Playa de Palma con el aeropuerto y con Palma.

 

También han exigido una mejora de la seguridad ciudadana y la prevención de hechos delictivos. “Los turistas se quejan de la seguridad en primera y segunda línea de playa, asociada a un deficiente alumbrado público”, ha asegurado Ferrer, quien ha pedido más policías y menos tolerancia hacia los comportamientos incívicos y los excesos.

 

Igualmente han criticado que no se haga más para lograr una mayor desestacionalización y han lamentado que persistan los “problemas urbanísticos no gestionados adecuadamente, ya que en Playa de palma hay limitaciones idénticas a las que existen en la ciudad de Palma, lo cual es incoherente”.

 

Además, han reclamado una mejora de las infraestructuras turísticas, como aparcamientos, duchas de playa, baños públicos, alumbrado viario y el mobiliario urbano. También han pedido una mejora de la señalización de la playa de Palma, sobre todo en los cinco accesos desde la autopista de Lluchmajor.

 

Finalmente, han solicitado que las instituciones programen en Playa de Palma más actividades culturales, artísticas y musicales. “Creemos que es importante integrar Palma con la Playa de Palma para que también aquí haya una mayor oferta cultural”, ha pedido Ferrer.

 

Con respecto a la situación de crisis internacional derivada de la guerra en Ucrania, con la inflación desbocada y la falta adecuada de suministro de determinados productos, Ferrer y Marín han alertado que “va a afectar la cuenta de resultados de las empresas” y “supondrá una pérdida de competitividad si las empresas se ven obligadas a repercutir el aumento de costes a sus clientes”.

 

Por ello, ha pedido “prudencia” a los gobernantes y medidas eficaces para evitar dicha pérdida de competitividad, como una bajada de impuestos “para que no se tenga que repercutir al cliente la subida de precios como consecuencia del incremento desbocado de los costes”.

Palma Beach reclama un comercio de calidad en Playa de Palma “distinto a las tiendas de...