viernes. 26.04.2024

El vicepresidente y conseller de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática, Juan Pedro Yllanes, ha anunciado este miércoles que el Govern destinará hasta 70 millones de euros a movilidad sostenible, descarbonización del mar y ciclo del agua que ayudarán a reducir las emisiones en las Illes Balears.

 

Durante las jornadas para debatir sobre las zonas de bajas emisiones organizadas por la Vicepresidencia y Consejería de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática junto con Transport & Environment, el vicepresidente ha indicado que, gracias a la llegada de los 233 millones que darán forma al Plan de Inversiones para la Transición Energética para las Illes Balears, se podrán financiar siete proyectos de zonas de bajas emisiones y desarrollar acciones que complementen las actuaciones que ya se llevan a cabo en zonas de Palma.

 

Dada la importancia de esta medida para la lucha contra el cambio climático y la mejora de la calidad del aire, la Ley de Cambio Climático y Transición Energética ha introducido en el artículo 14, «Promoción de la movilidad sin emisiones», la obligatoriedad de establecer zonas de bajas emisiones en los municipios de más de 50.000 habitantes antes de 2023 y los territorios insulares. En este sentido, se definen unos objetivos cuantitativos en cuanto a la reducción de emisiones, que establecen una reducción del 40% para el año 2030 y del 90% para el año 2050.

 

«Las Balears cuentan con una fuerte motorización y con un parque móvil más envejecido que la media española. Presentan la tasa de vehículos privados más elevada del Estado con una cifra de 900 vehículos por cada 1.000 habitantes, por encima de la media estatal de 700 y con previsiones de continuar incrementándose. Por ello, es necesario avanzar en el desarrollo de zonas de bajas emisiones y medidas nuevas de movilidad que permitan reducir la dependencia del uso del vehículo individual. Adicionalmente, la naturaleza insular y las dimensiones del territorio hacen del archipiélago un espacio idóneo para el desarrollo de la movilidad eléctrica», ha dicho.

 

Dado que el conjunto de la movilidad es ya responsable de más del 50% de las emisiones de CO2 en Balears y se tiene que adaptar a nuevas modalidades y a las especificidades de los territorios insulares, el Plan de Inversiones para la Transición Energética para las Illes Balears pretende la promoción de servicios de transporte colectivo como lanzaderas para lugares donde se podrá restringir el acceso con vehículo privado, como zonas de gran valor ambiental. 

 

«El objetivo es establecer al menos cuatro líneas de lanzaderas en todo el territorio balear. Además, se pretende establecer sistemas de bicicleta o moto eléctrica compartida, así como promover la implantación de sistemas de uso temporal de vehículos (car sharing) en todos los sectores», ha indicado Yllanes.

 

El objetivo de implantación de estos sistemas es establecer, al menos, diez sistemas de alquiler de vehículos que permitan implementar estas nuevas modalidades que podrían llegar a desplazar a 5.000 personas diarias. Además, se fomentará la implantación de puntos de carga de todo tipo y que puedan proveerse de manera mayoritaria por energías renovables.

 

Por otro lado, para una buena implantación de la movilidad eléctrica es clave una buena red de puntos de carga que no supongan un aumento de la demanda energética y por eso se plantea llegar a poder financiar 2.000 puntos de carga con instalaciones fotovoltaicas suficientes para proveerlos, de 10 a 15 MWp.

 

Estos 2.000 puntos de acceso público supondrían triplicar los puntos de carga existentes, multiplicar por dos el objetivo fijado para las Balears en el 2025, y establecer una ratio de un punto por cada 300 vehículos aproximadamente. La totalidad del territorio balear se convertiría en una zona 100 % habilitada para movilidad eléctrica.

 

El director general de Energía y Cambio Climático, Pep Malagrava, ha recordado que «este Govern ya ha aprobado dos planes de mejora de la calidad del aire, en Palma y en  Maó, que ya establecen algunas medidas que podrán reducir las emisiones provocadas por la movilidad. Además, ya se han celebrado reuniones con los cuatro consejos insulares y los tres municipios de más de 50.000 habitantes de las islas para poner a disposición de estos los recursos y conocimientos de la Dirección General para llevar a cabo los proyectos de zonas de bajas emisiones», ha dicho, al tiempo que ha destacado que «la importancia de las zonas de bajas emisiones como medida fundamental para la reducción de las emisiones de CO2 viene claramente reflejada en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC), que las considera la principal fuerza motriz impulsora de la descarbonización del sector de la movilidad-transporte». 

 

«El objetivo del PNIEC es conseguir una reducción de 27 millones de toneladas de CO2equivalente en el sector del transporte para 2030, lo que supondría una reducción del 33 % de las emisiones actuales en este sector», ha sentenciado.

 

Así quiere el Govern que sea la movilidad 'verde' en Baleares