viernes. 26.04.2024

El panorama laboral ha cambiado mucho en pocas décadas. Es cierto que, por una parte, en nuestro país se ha producido un efecto de precarización y que, sobre todo para los jóvenes, es complicado acceder a un empleo de calidad. Ahora bien, si queremos ver el vaso medio lleno en lugar de medio vacio veremos que también se ha ido produciendo un proceso de revalorización de los trabajadores en muchas empresas, a través de fórmulas innovadoras.

 

Una de estas fórmulas son los beneficios sociales que hasta no hace mucho apenas disfrutaban una minoría de trabajadores y que ahora se han extendido hasta llegar casi  a la mitad de las empresas. 

 

Pero a muchos puede que aún suene algo extraño este concepto. En el fondo los beneficios sociales no son más que una manera de dar una rebribución al trabajador;  es una parte más de su sueldo pero a través del disfrute de servicios tales como transporte, comida, formación o incluso el servicio de guardería para los hijos. Incluso pueden establecerse mecanismos para conseguir directamente el adelanto de nóminas.

 

Además, normalmente todos estos servicios añadidos los asume la empresa directamente e incluso los incluye en los convenios colectivos.

 

Hay que diferenciar estos beneficios sociales de otras fórmulas de potenciar el salario del trabajador con incentivos como sería la retribución flexible, también llamada 'en especie'. Se asemejan pero no son lo mismo.. En este caso el trabajador cobra una parte de su salario directamente en productos o servicios. En el primer caso hablamos de servicios adicionales a la nómina y en el segundo es el trabajador quien define que parte del salario recibe en dinero y que parte en estos productos.

 

El canvio de paradigma en cuanto a la aplicación de estos beneficios fiscales se ha producido a partir de la necesidad de dar un papel de mayor protagonismo al trabajador como fuerza motríz de la empresa no solo como simple ejecutor de las acciones sino como cerebros, como fuentes inspiradoras de creación de ideas y conocimiento.

 

Es desde esta perspectiva que muchas empresas quieren a través del uso de estos pluses, destacarse como gestoras de la felicidad de sus empleados y conseguir retener talento además de motivarlos y conseguir que se 'sientan los colores' de la compañía como parte de su adn.

 

Las ventajas que representa para una empresa son muy claras. Para empezar este tipo de retribución se refleja habitualmente en un aumento de la productividad además de un mayor compromiso personal y profesional en los proyectos. Al final se trata de poner en valor a las personas como fuerza motriz fundamental.

 

Los beneficios sociales se plantean en campos como la formación con cursos de especialización, másters, idiomas etc...

 

También pueden tener relación con la salud como el hecho de poder disfrutar de determinados seguros médicos así como de especialistas privados.

 

Existe la posibilidad de que estos beneficios se aporten en forma de planes de jubiliacióno préstamos en condiciones ventajosas si hablamos de productos financieros.

 

Afectan también al transporte como renting de vehcículos, tiquets para gasolina o incluso gastos para usar el tansporte público.

 

Otro aspecto fundamental es la conciliación familiar. Posibilidades hay muchas como: descuentos o gratuidad en guarderías, subvencionar el material escolar de los hijos de los empleados, flexibilidad horaria por maternidad y paternidad o ayuda en la asistencia del cuidado de personas que requieren una atención especial.

¿Cuales son las ventajas de los beneficios sociales para las empresas?