Redacción
3 de agosto de 2023, 12:54
Meliá Hotels International ha anunciado este jueves la apertura del segundo hotel de su marca de lujo Paradisus Salinas en Lanzarote, que cuenta con 282 habitaciones y villas, una piscina de 1.800 metros cuadrados, jardines tropicales y siete propuestas de restauración.
En 1979 el hotel fue distinguido con el Premio Internacional de Arquitectura. Actualmente, tras una cuidada rehabilitación integral y redecoración, se ha convertido en un hotel 5 estrellas gran lujo, sólo para adultos, con acceso directo a la playa, spa, gimnasio, salas de reuniones, piscina exterior, pista de tenis, habitaciones con piscina privada, villas y siete restaurantes de alta cocina.
Proyectado por el arquitecto español Fernando Higueras y César Manrique, el edificio combina la arquitectura racionalista de Higueras y los murales, piscina y diseño de jardines del artista y pintor canario.
Hace más de 40 años, Higueras se hizo cargo del edificio principal con la idea de que el hormigón, los encofrados, la geometría de los pliegues y la exageración monumental se confundiesen con la naturaleza y el entorno.
Por su parte, Manrique cogió las riendas de la piscina del hotel, con una superficie de 1.800 metros cuadrados, del diseño de los impresionantes jardines tropicales —con más de 300 especies vegetales— y de los frescos y esculturas que dan color y calor al edificio e interiores. ![Publicidad 93737]()
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En 1979 el hotel fue distinguido con el Premio Internacional de Arquitectura. Actualmente, tras una cuidada rehabilitación integral y redecoración, se ha convertido en un hotel 5 estrellas gran lujo, sólo para adultos, con acceso directo a la playa, spa, gimnasio, salas de reuniones, piscina exterior, pista de tenis, habitaciones con piscina privada, villas y siete restaurantes de alta cocina.
Proyectado por el arquitecto español Fernando Higueras y César Manrique, el edificio combina la arquitectura racionalista de Higueras y los murales, piscina y diseño de jardines del artista y pintor canario.
Hace más de 40 años, Higueras se hizo cargo del edificio principal con la idea de que el hormigón, los encofrados, la geometría de los pliegues y la exageración monumental se confundiesen con la naturaleza y el entorno.
Por su parte, Manrique cogió las riendas de la piscina del hotel, con una superficie de 1.800 metros cuadrados, del diseño de los impresionantes jardines tropicales —con más de 300 especies vegetales— y de los frescos y esculturas que dan color y calor al edificio e interiores.
