viernes. 26.04.2024

La enfermedad que produce la pérdida de tejido del coral pedregoso (SCTLD, por sus siglas en inglés) y cuyo primer brote tuvo lugar en Florida Central en 2014, dejó una estela de restos de arrecifes de coral decolorados y se ha expandido ya a México, las Islas Vírgenes de Estados Unidos, Saint Maarten y también a la República Dominicana, donde llegó repentinamente en marzo, ha informado la hotelera mallorquina.



El laboratorio, que empezó a funcionar el pasado sábado, actuará como refugio para los arrecifes coralinos amenazados del Caribe. Es un banco genético, protegido ante los huracanes. Extrae el agua salada de los pozos, no del océano, y así lo protege de enfermedades de gran alcance y rápida proliferación que afectan a los corales, como la SCTLD.



El "Coral Lab" albergará inicialmente 10 especies y 180 corales individuales. Construido en lo que fue una palapa de yoga y en primera línea de mar, el centro opera bajo estándares científicos aunque está abierto a clientes de los hoteles y visitantes, como parte de las tareas de concienciación y educación de Iberostar.



La instalación dispone de cuatro depósitos de 1.200 litros, otros cuatro de 500 y cuatro sistemas de control que permitirán a los investigadores simular con precisión las condiciones marinas futuras.



Esto hará posible el desarrollo de cepas de coral resistentes al calor, que algún día podrían reponer los arrecifes debilitados.



La cadena, junto con un grupo de miembros de la comunidad científica, el gobierno dominicano y varias ONG, terminó el laboratorio en el plazo de un año, justo cuando la enfermedad del coral empezaba a infectar los arrecifes locales, ocho meses antes de lo esperado.


La directora de Sostenibilidad de Iberostar, bióloga marina y doctora en restauración de corales, Megan Morikawa, ha señalado: "No éramos verdaderamente conscientes al inicio del proyecto, pero estábamos construyendo el Arca de Noé para los arrecifes de coral”.



“Se trata de una ciencia muy necesaria en un lugar inesperado,” ha añadido la científica, quien ha explicado que los corales solo representan el 1 % de la superficie mundial, pero contienen alrededor de un tercio de la diversidad biológica del planeta.



Iberostar prevé inaugurar más instalaciones para proteger la salud costera en otros emplazamientos en los próximos dos años y construir una serie de viveros en alta mar.



El laboratorio forma parte de la iniciativa de Iberostar "Wave of change", dedicada a proteger la salud costera y los océanos y a fomentar el turismo responsable y que también abarca medidas como la sustitución del uso del plástico por otros materiales en los 120 hoteles de Iberostar para 2020, promover el consumo responsable de pescado y restaurar los manglares de la República Dominicana.



La vicepresidenta y responsable de Sostenibilidad del Grupo Iberostar, Gloria Fluxà, ha señalado que, como empresa familiar que lleva más de 25 años formando parte de la comunidad de la República Dominicana, la cadena está estableciendo "un modelo de turismo cada vez más responsable, que dejará un legado mejor a las generaciones futuras de este país".

"Tenemos que reconocer esta responsabilidad y seguir tomando medidas audaces", ha declarado Fluxà. El compromiso apela no solo a los 32.000 empleados del Grupo sino también a los 8 millones de clientes que recibe cada año.

Iberostar inaugura un laboratorio de corales en República Dominicana