La Associació de Petits i Mitjans Hotels de Mallorca carga duramente contra el Govern por destinar parte de los recursos de la ecotasa al evento de los 40 Music Awards celebrado el pasado viernes 12.
Para la asociación destinar estos recursos a este evento representa un “golpe bajo” hacia la credibilidad de este impuesto ya que, en palabras de su presidente, Juan Manuel Ordinas “cobramos a nuestros clientes un impuesto par que los mallorquines salgamos a bailar además de contratar a una empresa de fuera para que monte el sarao”.
La asociación asegura que es duro ver en que se invierte el dinero del impuesto y no se recuerda para que nació en su momento la ecotasa, sin mencionar los debates y cruces de opiniones que hubo en su momento. Ordinas ve “un freno a la credibilidad de este impuesto ya que a ojos del mercado no se justifica su finalidad en una sociedad cada vez más concienciada de la necesidad de invertir ante el desgaste de los recursos de la isla con la llegada de turistas”.
Petits i Mitjans Hotels también ha recordado que en las diferentes ferias turísticas más importantes del mundo, Fitur, World Travel Market y sobretodo en la ITB en Berlín, el Govern de la época se desplazó con un objetivo claro: “explicar a los países emisores de la necesidad de poner un impuesto que de alguna forma nos ayudase en las inversiones necesarias para que la llegada de nuestros turistas fuese lo menos impactante en materia ecológica y así se explicó a los mercados y a los sectores afectados”.
Para el presidente de la asociación hotelera de PIMEM “hoy ya nadie duda de su cobro y de su necesidad para paliar precisamente ese desfase de consumo de recursos. Los hoteleros y emisores explicamos en su momento el porqué de dicho impuesto y hoy ya no hace falta porque el visitante lo tiene asumido, lo entiende y colabora”. Petits Hotels cree, que llegado a este punto Y que era el más difícil, es de suma irresponsabilidad jugar con la credibilidad de este impuesto porque, a pesar de ser legal y haber empleado los mecanismos correctos que permiten nuestras instituciones, es injustificable desde el punto de vista ético.
La asociación pide más contención en el uso de este impuesto, que se tengan claras las finalidades medioambientales y se comuniquen a los mercados con la máxima trasparencia. “Sólo así está justificado pedir dinero para disfrutar y mantener nuestro entorno. Todo lo que no sea priorizar el mantenimiento de nuestros recursos entra en un terreno peligroso y que tarde o temprano alguien se encargará de sacarnos los colores”, según Juan Manuel Ordinas.
