En la decisión, el departamento autonómico también prohíbe su reapertura, ya que insta además a la restauración del medio, mediante, el cese de la actividad de venta de bebidas y comida y el desmantelamiento de todas las instalaciones no autorizadas.
El infractor ha reconocido a los agentes de medio ambiente la finalidad comercial del negocio ilegal que lleva a cabo, como mínimo, desde hace ocho años, según consta en las actas, ha informado la Conselleria.
Con esta decisión finaliza el expediente sancionador iniciado a raíz de varias actas de los agentes de medio ambiente y del Servicio de Protección de la Naturelaza (Seprona) de la Guardia Civil en 2016, en una campaña que impulsó la Conselleria aquel verano y que tuvo continuidad en 2017 y 2018.
La Conselleria actuó en último término en vista de la pasividad de los organismos competentes, como la Demarcación de Costas, entre otros.
En los próximos días, la Conselleria dará traslado de la resolución al resto de administraciones y áreas afectadas, a fin de que se aseguren de que la cantina no se vuelva a instalar y den apoyo a las actuaciones que los agentes de medio ambiente lleven a cabo en este sentido
