viernes. 26.04.2024

Javier Coterillo es el CEO de la empresa española fabricante de mascarillas y proveedora de productos farmacéuticos Farmaquivir. Este producto se ha convertido en indispensable para la población ante la pandemia del coronavirus, ya que se trata de la primera línea de defensa frente al contagio. Por ello, es indispensable que se usen productos de calidad, y, a ser posible, españoles.

 

Las empresas fabricantes de este tipo de productos han vivido una explosión de la demanda imprevisible antes del estallido de la enfermedad y su rápida expansión por todo el mundo. Ello se ha traducido en un incremento inesperado de la facturación que en algunos casos ha obligado a las empresas a multiplicarse, adquirir nueva maquinaria y personal y a establecer nuevas redes logísticas para dar satisfacción a las crecientes exigencias de empresas y administraciones.

 

Coterillo confiesa que el 2020 ha sido "un año francamente bueno. Estamos en un momento de expansión y crecimiento muy claro. Los pedidos se dispararon especialmente en la segunda ola, ya que en la primera, ante la falta de anticipación sobre la amenaza real del covid19, no podemos negar que hubo problemas de abastecimiento".

 

Este incremento de la demanda obligó a empresas como Farmaquivir a reaccionar con agilidad. En este proceso -explica Coterillo-, la experiencia es un grado: "Somos fabricantes españoles de mascarillas con la ventaja de ser una compañía muy asentada con una experiencia de más de 15 años como proveedores farmacéuticos actualizados. Eso facilita la tarea y es una garantía. Hemos tenido que afrontar un crecimiento orgánico. La crisis ha sido -está siendo- más larga de lo esperado y, por tanto, los equipos de protección individual están teniendo y van a tener una vida más larga en el tiempo".

 

"La propia mascarilla no me cabe la menor duda de que terminará convertida en una commodity, de uso generalizado y preventivo entre la población. Hemos multiplicado mes a mes el ritmo de fabricación, sirviendo casi automáticamente las mascarillas, en especial las FFP2. Hemos ampliado la maquinaria, por supuesto, y el uso de la más alta tecnología", añade el empresario.

 

 

A juicio del entrevistado, la Administración pública no estuvo tan ágil como las propias empresas españolas. "La Administración no lo ha puesto fácil, ni siquiera a las empresas ya establecidas en el sector: lentitud, trabas, burocracia… y por otro lado esa misma Administración incurre en una actitud recurrente e incomprensible, y es la de importar material asiático, principalmente chino, ‘low cost’, de una calidad muy inferior en filtración o respirabilidad u otros factores al que nosotros fabricamos y vendemos en España y a nivel internacional". "Nuestros políticos deberían dar ejemplo, tirar del carro, apostar por nuestro país, por nuestra industria, por la creación de empleo en tiempos de crisis… deberían entenderlo y los empresarios vamos a ser incansables y muy exigentes en ese sentido", añade. 

 

 

Los empresarios del sector prevén que la llegada de la mascarilla no es un fenómeno puntual. Por ello, "la expectativa es la de incrementar fuertemente la puesta a disposición de la población de la mascarilla FFP2. Estamos viendo cómo incluso en países como Austria o Alemania o Portugal se están imponiendo normas sobre su uso. Hemos de buscar la máxima protección y las máximas garantías. Son demasiados muertos y una curva todavía insoportable de infectados. El listón, como fabricantes especializados, hemos de ponerlo muy alto. La demanda de seguridad será creciente y no podemos fallar. No nos lo podemos permitir".

 

Con respecto al futuro de Farmaquivir, la empresa sigue pensando en crecer de manera sostenida. "Hace apenas año y medio seguíamos viendo a ciudadanos asiáticos en nuestras ciudades con mascarilla, para protegerse de la contaminación, y su actitud nos parecía desproporcionada, incluso innecesaria. El uso de mascarilla, en hospitales, en espacios frecuentados por personas mayores, en situaciones de gran concentración de personas, tenderá a normalizarse. Será un mecanismo de anticipación a la enfermedad, a las que puedan venir en el futuro", asegura Javier Coterillo.

 

Para la empresa española, su principal nicho de mercado, porcentualmente, está en España. Pero trabajamos a nivel internacional, en Europa, en América Latina, en Estados Unidos… "nuestras mascarillas cuentan con los certificados y las homologaciones, nacionales e internacionales más exigentes. Creemos que es posible vender ‘calidad farma’ a un precio justo".

 

Farmaquivir está creciendo en el canal online.Para ello, "estamos haciendo un gran esfuerzo en términos de comunicación, marketing, transparencia, responsabilidad social corporativa… hasta hoy los clientes que adquieren cantidades muy altas de mascarillas contactan directamente con nuestro departamento comercial. Este mes de febrero estrenaremos la pasarela en la web donde se podrán adquirir las mascarillas de la máxima calidad para consumidores individuales y familias, pero también para pequeñas y medianas empresas. Insisto: es una vía de negocio pero creo que vivimos tiempos en los que se nos exige que seamos muy visibles y especialmente responsables".

 

La apertura de nuevos canales de comercialización en internet además permite a la empresa pensar en seguir creciendo en nuevos mercados. "Somos una compañía muy consolidada. Nos avala nuestra experiencia y el conocimiento profundo del sector farmacéutico. Ahí estábamos y ahí seguiremos, más allá de que hoy la concentración sea altísima en la fabricación de material covid19. Lo digo desde la humildad, pero estamos pisando fuerte y dejando huella. La vía natural es no sólo la expansión de la compañía en España sino la proyección internacional con socios importantes que hoy ya son colaboradores puntuales. Cuando lleguemos a ese río, cruzaremos ese puente", concluye.

Coterillo (Farmaquivir): "Las Administraciones deberían dar ejemplo y dejar de importar...