viernes. 26.04.2024

Hay un momento clave en la vida de una persona en la que todo cambia;  empezando por la forma de ver la realidad y obviamente en las prioridades personales y también económicas. Hablamos del hecho de tener descendencia.

 

Un hijo o hija por si mismo ya genera unos gastos y modifica enormemente la economía familiar. Pero más allá de esto desde que nace nos planteamos dar a nuestro hijo una estabilidad a años vista;  un futuro económico o al menos que pueda tener por ejemplo un acceso a una educación universitaria de calidad para labrarse un futuro.

 

Entonces apaerece la pregunta ¿Donde invertir el dinero de los niños? Aquí es donde hay que empezar a investigar para encontrar opciones. Y aquí es donde aparecen las dudas o las soluciones poco rentables. Lo clásico y obvio que pasa por la cabeza de cualquier padre es abrir la cuenta de ahorros clásica, aunque ahora tenga mil formatos diferentes, que supone dejar en el banco un dinero durante años infinitos para obtener una rentabilidad prácticamente irrisoria. Y todo sucede por el temor a adoptar cualquier supuesto riesgo en torno a ese dinero.

 Y es que las cuentas infantiles están bien pero ¿qué crees que preferirá tu hijo con 20 años? Cualquier regalo como un peluche, una televisión o similar o poder tener garantizado el hecho de estudiar en la universidad que elija. O también por ejemplo contar con dinero para sacarse el carnet de conducir.

 

Ante este mar de dudas se nos aparecen otras opciones que la mayoría consideran muy arriesgadas como sería invertir en bolsa, hacerlo en fondos de inversión clásicos o finalmente en los fondos indexados. En la primera opción si que el riesgo suele ser más elevado, además el hecho de comprar y vender genera unos impuestos elevados y no obviemos que 'jugar' en bolsa es para gente con ciertos conocimientos. El hacer de aficionado comprando y vendiendo puede salir muy caro.

 

A la hora de meternos en fondos y más a largo plazo sería mucho más racional y sensado optar por fondos indexados. El por que está muy claro. Mientras que los primeros son combinaciones variables de diferentes valores en manos de un broker o corporación, los segundos, como dice la propia palabra, van indexados o referenciados con la evolución de la bolsa o de diferentes índices. No se persigue la máxima ganancia asumiendo riesgos. Esto da más claridad y seguridad a quien compra estos fondos y además suelen resultar más baratos.

 

Así pués no hay que tener ningún temor a optar por los fondos indexados. Entendamos que a nuestro hijo le va a dar igual que desde su nacimiento hasta la mayoría de edad en esos 18 años el mercado suba o baje, bastante tendrá con aprender a hablar, jugar, estudiar, salir con los amigos...

 

Y ahí es donde los fondos indexados son la solución porque no sabemos qué hará mañana el mercado, pero sí que a largo plazo, la ganancia está asegurada como lo demuestra por ejemplo que la media de incremento de la bolsa estadounidese ronda el 18%.

 

Aquí es donde pueden surgir muchas preguntas sobre fondos indexados y sobre todo si se tienen que vincular a un hijo. Pués bien, la contratación en este sentido es fácil y se puede hacer a través de diferentes entidades o gestoras, en cada caso tendran unas comisiones y formas de operar diferentes. 

 

Otro aspecto a aclarar casi siempre es el dinero mínimo que hay que invertir en el fondo. Cada uno de estos fondos es un mundo y se puede empezar a invertir en algunos casos a partir de 500 euros mientras que en otros la entrada puede superar los 5.000. En cualquier caso, lo aconsejable es ponernos en manos de algun asesor o empresa experta que nos sepa aconsejar en el producto más conveniente dentro de estos fondos indexados y más aún si estamos hablando de un dinero que se quiere dejar a nuestros hijos.

 

 

Cuentas infantiles para niños ¿Lo mejor para su dinero?