martes. 30.04.2024

Los denominado mileuristas, es decir las personas que cobran menos de 14.000 euros al año quedarán exentos de tener que hacer la declaracion de renta. Así lo han acordado Ciudadanos y Partido Popular.



Además de esa exención del IRPF también habrá una rebaja impositiva para el tramo entre los 14.000 y los 17.500 euros, y una "devolución" de 1.200 euros para las familias con personas con discapacidad o mayores a cargo.



En total, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, que fue quien anunció este acuerdo, calcula que 3,5 millones de españoles se beneficiarán de esas rebajas fiscales acordadas con el Ejecutivo de Mariano Rajoy.


 

Los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) calculan que la ampliación para el próximo año de la no obligatoriedad de declarar el IRPF para quienes ingresen entre 12.000 y 14.000 euros, podrá beneficiar a cerca de un millón de contribuyentes, que podrán ahorrarse unos 800 euros de media. El coste de esta medida superará los 750 millones de euros.

 

Al coste del acuerdo, se tendrán que añadir otros 830 millones de los que se beneficiarán 750.000 personas con cónyuge con discapacidad a cargo, ascendiente anciano a cargo y deducción adicional al cuarto hijo, que podrían obtener un descuento de 1.200 euros de media.

 

Finalmente, otros 1,6 millones de declarantes de entre 14.000 y 17.000 euros obtendrán un ahorro medio de 250 euros, que implicará un coste de 420 millones, si el coste total de la rebaja es de 2.000 millones tal como se anuncia, aunque el Ministerio de Hacienda aún no ha concretado cómo va a afectar la rebaja impositiva a estos declarantes.

 

No obstante, los Técnicos de Hacienda avisan de que una bajada del IRPF para el próximo año, puede aumentar el riesgo de que España incumpla de nuevo con el objetivo de déficit público, que es del 2,2% del PIB para 2018.

 

El riesgo de estas rebajas tiene dos precedentes, pues los Técnicos recuerdan que el descenso del IRPF, que se acordó distribuir en dos años y finalmente se adelantó a julio de 2015, disparó el déficit al 5,1% del PIB, incumpliendo así con el 4,2% acordado con Bruselas. Aunque finalmente España no fue sancionada por las autoridades europeas, sí que adoptó a cambio una nueva y más estricta senda de reducción de déficit, por lo que otra bajada del IRPF podría volver a poner al país en una delicada situación.

 

Igualmente, en 2016 el Gobierno tuvo que recuperar a finales de septiembre el pago a cuenta mínimo del Impuesto de Sociedades, ante el desplome recaudatorio que se produjo con su eliminación en enero de ese año. Una medida tomada in extremis y de urgencia para recuperar una pérdida recaudatoria de 8.000 millones y poder cuadrar las cuentas públicas.

 

Además, otro problema añadido es la elevada deuda pública que soporta España, que era del 98,98% del PIB a finales de 2016. Por lo que los Técnicos consideran que lo prioritario debería ser recuperar las políticas de bienestar recortadas desde 2010 y, a continuación, reducir esa deuda antes que bajar los impuestos.

 

Más si cabe en una situación de crecimiento económico –el Gobierno espera que el PIB aumente este año un 3%-, ya que las bajadas impositivas constituyen una política anticíclica propia de situaciones de recesión con el objetivo de fomentar el consumo. Igualmente, los Técnicos señalan que tampoco es conveniente reducir el IRPF en un momento en que las comunidades autónomas y entidades locales están pidiendo más financiación, ya que les cortaría una línea recaudatoria muy importante.

Los 'mileuristas' ya no tendrán que realizar la declaración de renta