viernes. 03.05.2024

Putos modernos se ha convertido en una de las agencias de marketing de referencia a nivel nacional gracias a su irreverencia y particular estilo comunicativo rompedor. Hoy hablamos con Joan Alvares, su director creativo, a partir de la conferencia que tendrá lugar en el Teatre Principal d'Inca hoy mismo en el marco del ciclo Incabusiness.

-Ustedes tienen una historia curiosa en sus inicios. ¿Cómo nace esta aventura y por que el nombre Putos Modernos?

-Le robamos el nombre a un graffiti. Un día mi socio Jorge vio una pintada en una calle del Raval en Barcelona que ponía justamente eso: “Putos Modernos”. Le hizo gracia, empezó a hacer camisetas con ese eslogan, montó algunas fiestas y una cosa fue llevando a la otra. Años más tarde lanzamos El Puto Calendario, se produjo un tsunami inesperado de pedidos, nos empezaron a contactar de tiendas y distribuidoras para venderlo y lo que había nacido como simple broma fue derivando del ocio al negocio.

-Ustedes han roto moldes con sus campañas de publicidad. ¿Sienten que han marcado estilo... que, pasaran a la historia de la modernidad publicitaria?

-Tenemos un estilo reconocible. Y eso significa que hemos creado una marca. Un sello. Pero aspirar a pasar a la historia de la publicidad, honestamente, nos parece un tanto pretencioso. Al final no hemos inventado nada: ni la publicidad textual, ni el anuncio humorístico, ni siquiera la publicidad “de autor” si es que eso existe. Siempre ha habido grandes copywriters, como David Abbott, que han usado la ironía en casi todos sus trabajos y que han imprimido un estilo muy personal a cada uno de ellos.

-¿Qué es la modernidad?

-Nadie lo sabe muy bien. Nosotros hicimos un intento de definición en nuestra web, así que tendréis que entrar en putosmodernos.com para leerla.

-¿Cual es la clave para llevar al límite la ironía y el troleo y salir reforzados?

-No sentimos que vayamos hasta el límite, tampoco tenemos la intención de hacerlo. En nuestro caso tratamos que el troleo sea siempre proporcional a la autoparodia. Si te dedicas al hate y a la ofensa gratuita es bullying. Pero si empiezas por reírte de ti mismo luego es más fácil reírte de cualquier otra cosa. Cuando nos reímos de los papis runners cuarentones vestidos de postadolescentes es porque sabemos bien de lo que hablamos. 

-¿Han tenido algún fracaso estrepitoso en sus campañas por pasarse de rosca?

-“Fracaso estrepitoso" igual es decir mucho, pero ha habido campañas que han funcionado peor que otras. Y en esos casos el problema más bien ha sido el contrario: hacer algo demasiado tibio tratando de gestionar los temores, legítimos y comprensibles, del cliente.

-¿Qué se llevará a casa la gente que acuda este jueves al Teatre Principal de Inca?

-Ojalá alguna reflexión útil, alguna anécdota interesante, y alguna que otra risa necesaria. Pero no me gusta poner grandes expectativas: así el riesgo de defraudarlas es menor.

-¿De qué tipo de empresa o sector les gustaría hacer alguna campaña?

-Uf, no sé. Igual de alguna empresa de aceite, ahora que está tan caro, para que nos manden producto. Si es aceite mallorquín, de  proximidad, mucho mejor. Sería un reto vender Aceite de Palma teniendo que aclarar a cada momento que en realidad es aceite de oliva.

-Ustedes afirman que sortearán su cuenta de Instagram entre sus seguidores si consiguen el reto de llegar a un millón de Followers. ¿Realmente lo harán o rezan para quedarse a las puertas de ese milón y retener una cuenta tan jugosa como influencers?

-Cuando hicimos esa promesa estabamos convencidos de que nunca llegaríamos a al millón o que Instagram ya habría desaparecido por entonces. Ahora que lo vemos posible tenemos que ver cómo recoger cable.

-Ya que hablamos de influencers ¿Qué piensan del uso de estas personas en redes por parte de las marcas?

-No tenemos muy claro si son las marcas los que usan a los influencers, o si son los influencers los que usan las marcas. Preferimos pensar lo segundo.

Joan Alvares (Putos Modernos): "Tratamos que el troleo sea siempre proporcional a la...