viernes. 29.03.2024

Las tarjetas como medios de pago y herramientas para los clientes de los bancos se han convertido en unos instrumentos imprescindibles sin los que podríamos concebir la vida moderna. Entre este tipo de tarjetas las denominadas de débito son una de las más frecuentes puesto que ofrecen una serie de ventajas importantes. Las tarjetas de débito Mastercard suelen ser de las más frecuentes junto con las Visa, ambas plataformas asociadas también a tarjetas de crédito.

Los bancos suelen ofrecerlas como un producto básico pero no es necesario ya recurrir a un banco para obtener una tarjeta de este tipo ya que hay muchas plataformas atractivas on line donde tramitarlas como podría ser el caso de plazo.

Las tarjetas de débito permiten realizar operaciones con total eficiencia, inmediatez y seguridad. Eso sí, cada operación que se lleva a cabo se carga directamente sobre el saldo existente en la cuenta bancaria. Se trata, en la práctica como si se llevase encima un monedero electrónico en la cartera en lugar de billetes o monedas física.

Estas tarjetas permiten hacer pagos, compras y sacar dinero de cajeros a través de una cuenta corriente asociada a las mismas. Por esta razón, como decíamos antes, es requisito imprescindible que haya fondos en la cuenta vinculada para poder realizar dichas operaciones. 

Así, al hacer una operación a débito, el cargo se hace automáticamente en la cuenta del titular, siendo posible sólo cuando la cantidad a cobrar sea menor que la disponible en la cuenta. 

Por el contrario, cuando pagamos con tarjeta de crédito no es necesario siquiera contar con fondos, ya que los pagos se pueden aplazar parcial o incluso totalmente al mes siguiente. 

Las tarjetas de débito implican una serie de ventajas claras. Para empezar se trata de un método de pago muy seguro y cómodo. En caso de pérdida o de robo la tarjeta se puede bloquear automáticamente y evitar su uso fraudulento. 

Si comparamos la tarjeta de débito con la de crédito vemos que no se paga interés alguno por retirar dinero o por su uso como suele ocurrir con las de crédito. Estas tarjetas ofrecen mayor seguridad a la hora de realizar pagos en comercio electrónico sin necesidad de exponer una cuenta a crédito en ninguna plataforma. 

En última instancia y no por ello menor hay que tener muy claro que una tarjeta de débito hace posible que el seguimiento de los pagos realizados sea inmediato y, sobre todo gracias al uso de las apps de los bancos sepamos en todo momento cuanto dinero hay disponible y donde se ha gastado.

Eso si, no hay que olvidar que las tarjetas de débito presentan algunas limitaciones a tener en cuenta. Para empezar su uso está limitado por la disponibilidad de fondos en la cuenta de referencia. Además estas tarjetas no son una fuente de financiación como si actúan las de crédito. Estas últimas permiten fraccionar los pagos con intreses o incluso adelantar dinero del crédito que otorga el banco y devolverlo después como si fuera un préstamo. Eso si, en este último caso hay que andar con ojo pués los intereses suelen ser bastante elevados.

Que es y como funciona una tarjeta de débito