lunes. 29.04.2024

Lo que pasa entre Navidad y Navidad

sergio

“La vida es lo que pasa entre Navidad y Navidad. Nunca dejemos de celebrarla”, reza este año el conmovedor anuncio navideño de Suchard, donde en versión animada repasa la larga vida de una pareja durante sus últimos 50 años poniendo en valor las tradiciones y, especialmente, la importancia de la familia.

Estas fechas son, para los que nos gusta la Navidad, idóneas para hacer balance, tanto en lo personal -al igual que hace la pareja de abuelos del anuncio al ver una foto familiar- como en lo profesional…

Porque vamos a dejar atrás un 2023 intenso, lleno de incertidumbre, y marcado por tres variables que a nivel empresarial e individual han marcado la tendencia económica y la situación de la gran mayoría de emprendedores que cada día levantan la persiana de este país: la inflación, que tras marcar picos históricos en 2022 ha ido moderándose este año, condicionando todavía las cuentas de resultados y los bolsillos de cada hogar; la doble cita electoral, Elecciones Autonómicas y Locales en mayo y Generales en julio, que ha trasladado la incertidumbre también a las mesas de los CEOs empresariales; y la lamentable  situación bélica que sufrimos en Europa: si no teníamos suficiente drama con el inexplicable y prolongado asedio ruso sobre Ucrania, ha vuelto a estallar el no menos incomprensible conflicto palestino-israelí.

No obstante, con este cóctel encima de la mesa, nos disponemos a cerrar un año positivo en lo económico, donde España ha mantenido la senda de crecimiento por encima del 2%, siendo Baleares una especie de ‘aldea gala’ como la de Astérix y Obélix gracias a una economía liderada por el sector turístico que ha crecido el doble que la media nacional y que ha tirado del empleo como una locomotora.

Con este balance, no puedo dejar de admirar una vez más el esfuerzo, el trabajo y la ilusión que transmiten los empresarios de nuestras Islas, aquellos con los que comparto numerosos ‘meetings’, reuniones, eventos, etc. Y especialmente los más pequeños, que son la mayoría. No en vano, en España el 55% de las empresas no tienen asalariados (pertenecen a emprendedores sin personal a su cargo), una cifra que se eleva por encima del 80% si hablamos de empresas con una o dos personas empleadas, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Esta amplia mayoría de empresarios españoles y baleares cuentan con toda mi admiración porque, no solo se enfrentan a la incertidumbre cada mañana, sino que además son capaces de dejar a un lado sus dudas profesionales y problemas personales para seguir tirando del carro, dando continuidad a sus proyectos, invirtiendo tiempo y dinero en mejorar sus productos y en generar riqueza.

Es a éstos, la gran mayoría de empresarios nacionales y locales, a los que hay que echar una mano, ayudándoles con menos burocracia, aligerando sus cargas impositivas y agilizando las ayudas públicas, tanto las nacionales como ahora especialmente las europeas. De esta forma se favorecerá su crecimiento, permitiéndoles aumentar las plantillas y, por consiguiente, la productividad de sus empresas. Este es uno de los grandes retos de nuestro tejido empresarial, que nuestras empresas aumenten de tamaño porque así son más competitivas y generan más puestos de trabajo.

Estos días, donde he podido asistir con emoción a mi último festival navideño escolar después de 14 años de villancicos ininterrumpidos -como en el anuncio, la familia primero se multiplica e inevitablemente crece-, espero ya con impaciencia un 2024 cargado de ilusión, enormes expectativas y la motivación intacta. El objetivo: seguir creciendo, aprendiendo y trabajando de la mano de casi un centenar de asociaciones empresariales y de las miles de empresas de Baleares que forman la patronal CAEB.

Entre otras cosas, en el horizonte nos acecha una nueva revolución, la Inteligencia Artificial (IA). Un gran reto para la gente de mi generación que debemos afrontar con cautela, pero sin pausa y con valentía. ¡Feliz Navidad!

Lo que pasa entre Navidad y Navidad