martes. 07.05.2024

'Rally' europeo

La vuelta a la escena de China y de los Bancos Centrales, que situábamos como titular de nuestro comentario anterior, ha sido aún más patente en la tercera semana de octubre. Las palabras de Draghi, tras la reunión del BCE del pasado jueves 20, dieron un fuerte impulso a las Bolsas europeas, que ya habían subido ligeramente tras la publicación el miércoles del PIB chino del tercer trimestre, que fue mejor de lo esperado. La guinda la pusieron algunos buenos resultados empresariales publicados el viernes, como los de Microsoft, y al final los índices han cerrado la semana con subidas generalizadas.

 

Las subidas no han sido, sin embargo, iguales para todos. Las mejores han sido, de nuevo, las Bolsas europeas, muy impulsadas por el magnífico comportamiento del sector bancario. El comportamiento de los valores bancarios explica que el Ibex y el Mib italiano, con sus subidas semanales del 3,8% y del 3,5% hayan sido los índices mejores de la zona euro, doblando la subida semanal del Eurostoxx del 1,7%. En EE.UU. el Dow ha quedado plano, el S&P ha subido un 0,4% y el Nasdaq un 0,8%. Por su lado, el Nikkei japonés ha subido un 1,9% en la semana y el MSCI Emerging Markets en dólares un 1,6% más favorecido por Latinoamérica que por Asia. En particular, la Bolsa de Shanghai solo ha avanzado un 0,9% en la semana, pese a que en principio el buen dato del PIB chino debería haberla ayudado más.

 

Poniendo todos estos datos en contexto, parece claro que el factor diferencial en favor de las Bolsas europeas es, sin duda, la expectativa suscitada por las palabras de Draghi en la rueda de prensa posterior a la reunión del BCE. Esas palabras tuvieron un gran impacto en el sector bancario y ayudaron a prolongar en octubre el comportamiento diferencial favorable de las Bolsas europeas frente a las americanas, tras un tercer trimestre que fue el primero de este año que los índices de la zona euro lograron cerrar en positivo y en el que el Eurostoxx subió el 4,4% frente a una subida inferior del 3,3% en el S&P.

 

Si quisiéramos ver un hilo conductor en los movimientos de las Bolsas esta última semana, ese hilo conductor es el modelo de deuda creciente, que las Bolsas siguen celebrando. Un análisis detallado del buen dato de PIB de China (+6.7% en el tercer trimestre) pone de manifiesto que ese crecimiento es un subproducto de una muy generosa (pero a la vez muy peligrosa) expansión del crédito, especialmente en el segmento inmobiliario y en el de infraestructuras. La subida del crédito, es decir, del endeudamiento, es superior a la subida del PIB y eso hace menos solido el crecimiento.

 

En la banca europea pasa, "mutatis mutandi", algo similar. Lo que se celebra de las palabras de Draghi del pasado jueves es la garantía dada a los Bancos de que no habrá un final abrupto del programa de compra de bonos y que, por tanto, pueden estar tranquilos respecto al suministro de financiación por el BCE. No se mira, por tanto, el crecimiento del negocio o la calidad del activo, sino que no haya cortes en el suministro de liquidez que permite ir refinanciando "sine die" el pasivo y financiando cómodamente sus activos dudosos.

 

La deuda se convierte así en una pieza esencial del modelo. Una deuda que hay que refinanciar permanentemente para que todo siga aparentemente bien.

 

Pero sería inexacto y muy parcial no aludir al otro gran tema que esta última semana ha favorecido a las Bolsas, que son los resultados empresariales. Los resultados han sido, en general, mejores de lo esperado. Goldman Sachs, Morgan Stanley, Citi y Microsoft han dado buenas cifras y solo ha decepcionado General Electric. Es verdad que estos buenos resultados lo son sobre todo de empresas americanas, y que, como antes hemos dicho, no se han notado mucho en las Bolsas americanas, ya que el Dow ha estado plano y el S&P ha avanzado un muy modesto 0,4% en la semana. Pero es bueno que las empresas estén sorprendiendo al alza.

 

Los avances de la pasada semana vuelven a poner encima de la mesa la pregunta de si estamos a las puertas de una ruptura alcista. De momento seriamos cautelosos a la hora de responder a esa pregunta y nuestra lectura de lo que está pasando en octubre sería, más bien, que se está cerrando parcialmente el hueco que se había abierto a lo largo del primer semestre entre los índices americanos y los de las Bolsas europeas, sin que de ello podamos extraer, de momento, la conclusión de una ruptura al alza de las Bolsas en lo que queda de año.

 

Para pensar en una ruptura alcista, el S&P debería incorporarse a las subidas y, por ahora, lo que vemos es a un S&P que intentó en agosto y en septiembre superar la barrera de los 2.200 puntos y no pudo, y que de momento se mantiene alrededor de los 2.150 puntos, pese a los buenos resultados empresariales que en general están publicando.

 

Los grandes Bancos americanos, tanto universales (JP Morgan, Citi, Wells Fargo) como de inversión han dado cifras mejores de lo esperado, e igualmente las cifras de Microsoft del pasado viernes fueron muy buenas. Esto beneficia a la cotización de esas compañías pero los índices no acaban de despegar. Tal vez los anuncios de operaciones corporativas que estamos viendo, como la compra de Time Warner por ATT por ochenta y cinco mil millones de dólares, o la oferta de BAT sobre Reynolds por cuarenta y siete mil millones de dólares, o la operación de Qualcomm sobre NXP Semiconductors, puedan mover a las Bolsas americanas, pero es algo que está por ver.

 

Esta última semana de octubre hay numerosos resultados, a ambos lados del Atlántico, con nombres como Apple, Google, Amazon, ATT, General Motors, Procter&Gamble, Exxon o Deutsche Bank, entre otras muchas. Asimismo el viernes se publica la primera lectura del PIB americano del tercer trimestre, y también del inglés. En lo que a Bancos Centrales se refiere, el martes habla de nuevo Draghi y a lo largo de la semana hay varias comparecencias de miembros de la Fed.

 

Hay que seguir atentos al S&P, y solo si hay despegue de los índices americanos podremos pensar en una verdadera ruptura al alza de las Bolsas europeas, que todavía, incluso tras la última escalada, siguen manteniendo números rojos en el conjunto del año.

'Rally' europeo