jueves. 25.04.2024

La plataforma contra los megacruceros ha pedido al Govern que revise el acuerdo "de intenciones" alcanzado con la patronal Cruise Lines International Association (CLIA) y las principales navieras, por el cual se limita hasta 2026 la llegada de cruceros al puerto a un máximo de tres por día, después de la significativa reducción de cruceristas en el primer trimestre.

Los portavoces de las entidades GOB, la Federación de Asociaciones de Vecinos de Palma y Palma XII, que integran esta plataforma, han insistido en una rueda de prensa en la necesidad de aprobar una moratoria que permita tan solo un megacrucero al día en el puerto hasta que concluyan los análisis de incidencia de este tipo de turismo en la ciudad.

De acuerdo con un estudio encargado por CLIA, en los primeros seis meses de 2022 llegaron al puerto de Palma 413.741 cruceristas, un 52,6 % menos que el mismo periodo de 2019 y un 50,5% menos que los mismos meses de 2018, mientras que en el conjunto del Mediterráneo se redujo en torno a un 40%.

Desde la plataforma han señalado que la cifra de cruceros que atracaron en el puerto palmesano de enero a junio de este año tan solo bajó un 13 % respecto a antes de la pandemia, por lo que, si bien durante el primer semestre llegaron menos cruceristas a Palma, sostienen que proporcionalmente se produjo más contaminación e impacto sobre la salud pública.

En esta línea, desde la plataforma han exigido este miércoles un replanteamiento del modelo turístico en las islas, así como empezar a reducir el turismo de cruceros debido al impacto medioambiental que tiene este tipo de turismo sobre el territorio, entre otros aspectos.

Como ha explicado Jaume Garau, de la entidad Palma XXI, la recuperación del turismo de cruceros tras la pandemia ha sido "mediocre" y "mucho menos intensa" de lo que esperaban las navieras, debido a la percepción de alto riesgo generada por la crisis sanitaria, el activismo de las entidades para dar visibilidad al impacto negativo de este tipo de turismo y a la reacción negativa de los locales.

"Pensamos que toda la filosofía de gestión de estos cruceros se debe repensar", ha dicho Garau, quien ha abogado por adaptar el Govern y CLIA, ya que la cifra de pasajeros en el primer semestre "está muy lejos de los máximos acordados", porque pueden llegar a un máximo de 8.500 pasajeros diarios en cómputo semanal, que son unos 59.500 cruceristas a la semana.

Desde la plataforma han detallado que, de acuerdo con los datos del estudio, la cifra de cruceristas en Palma entre el pasado enero y junio está muy por debajo de los límites del acuerdo alcanzado entre el Govern y la patronal, y que la cifra máxima durante ese periodo se registró en junio, con un 55,8 % de pasajeros del volumen total pactado.

Por tal motivo, las entidades contra los megacruceros han solicitado al ejecutivo autonómico que adapte los máximos permitidos a la tendencia a la baja del turismo de cruceros ya que, manteniendo las cifras acordadas con CLIA, "el resultado es que los costes económicos, medioambientales, sanitarios y sociales son mucho más altos que los ingresos o supuestos beneficios".

Además, la portavoz de la organización ecologista GOB, Margalida Ramis, ha hecho hincapié en el frente común que se puso en marcha en 2017 contra los megacruceros junto a otras entidades de Barcelona y Valencia, contra el impacto medioambiental y social de este tipo de turismo, así como de denuncia de las condiciones labores en este sector.

Ramis ha anunciado que la plataforma ha impulsado la Red Europea de Lucha contra los Megacruceros, de la que por ahora forman parte entidades de Barcelona, Palma, Venecia, Córcega, Marsella, Alemania y Noruega, con el fin de compartir información y cifras del impacto de los cruceros y, por otra parte, coordinar acciones conjuntas de denuncia y movilización ciudadana.

Sobre la recuperación del turismo de crucero tras la pandemia, desde la plataforma prevén "un futuro incierto" debido a la situación geopolítica "muy complicada" y a la actual crisis energética, un escenario que las entidades no consideran "lo ideal", y por ello abogan por aprovechar para ajustar los máximos permitidos a la baja, y que la moratoria establezca un máximo de un megacrucero al día hasta que haya análisis del impacto real de este tipo de turismo.

Los 'anticruceros' insisten en que solo amarre un barco al día en Palma
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