Hace pocas semanas la principal patronal que agrupa a las empresas de cruceros firmaba con el Govern un acuerdo para regular las estancias en el puerto de Palma. Es el segundo acuerdo similar en Europa después de Dubrovnik. A raiz de esto hablamos con Alfredo Serrano, director de la patronal CLIA en España para analizar el presente y el futuro del sector en las islas y a nivel general.
-Acaban de firmar un acuerdo con el Govern por el que se autoregulan las estancias de cruceros ya que esta competencia no depende de la Comunidad Autónoma. ¿A qué se ha debido esta postura de las propias navieras?
-Las navieras lo que quieren es colaborar con los destinos para que la experiencia sea lo mejor posible tanto para los residentes de las ciudades que reciben a los cruceros como para los propios turistas.
En este sentido, el Govern Balear y el Ajuntament de Palma nos trasladaron su visión de la situación en la Isla y nos propusieron trabajar conjuntamente para mejorar el modelo actual y tras dos años de trabajo hemos llegado al Memorándum de Entendimiento que firmamos el pasado 5 de mayo. Lo que ha prevalecido en todo momento por parte de CLIA y de las propias navieras es la voluntad de colaboración con los responsables de gestionar el destino.
-Este acuerdo implicará menos escalas. ¿Qué repercusión tendrá en pasajeros y en impacto económico?
-Es pronto para hablar de la repercusión en escalas y en el impacto económico, lo mejor y más prudente es esperar a que pase un tiempo antes de sacar conclusiones. A priori no tiene por qué cambiar mucho porque el objetivo es aplanar picos, evitar que algunos días coincidieran cinco o más cruceros y otros no hubiera ninguno o tan solo uno, y eso es lo que se ha reflejado en el Memorándum de Entendimiento.
-¿Qué opina de los sectores que siguen reclamando mayores limitaciones al turismo de cruceros en Baleares?
-Desde CLIA respetamos todas las opiniones y nos hemos mostrado dispuestos a trabajar con todo aquel que quiera mejorar cualquier aspecto relacionado con nuestro sector. Pero lo que pedimos es que las reclamaciones que se hagan o que se anuncien a bombo y platillo estén sustentadas en datos o información rigurosa, no en una mera cuestión ideológica.
El sector de los cruceros aporta anualmente más de 500 millones de euros a la economía en Palma y contribuye a la creación de más de 4.000 puestos de trabajo, y además es una industria absolutamente comprometida con el medio ambiente y con la sostenibilidad. Por ello es imprescindible que las opiniones, sean favorables o no, vengan apoyadas con hechos y con información rigurosa y contrastada.
"Lo que pedimos es que las reclamaciones que se hagan estén sustentadas en datos, no en una mera cuestión ideológica"
-¿Cree que esta voluntad de poner límites a los cruceros marcará una tendencia de futuro o se trata de casos puntuales los de Baleares o Dubrovnik?
-En mi opinión cada destino tiene sus propias particularidades y no existen soluciones que valgan para todos los casos. Lo que sí es una constante tanto en Palma como en todos los puertos es la voluntad de la industria de colaborar para ayudar a los responsables de la gestión del destino y abordar sus necesidades específicas.
-¿Tienen la sensación de que se les está apuntando con el dedo de forma injusta cuando se habla de masificación o de contaminación?
-El turismo de cruceros representa menos del 10% del turismo que recibe Mallorca anualmente, eso es un dato que parece que a veces no se tiene en cuenta. Pese a representar ese porcentaje, hemos estado siempre dispuestos a trabajar con el destino para poner nuestro grano de arena en mejorar todo aquello que sea mejorable.
Pero es verdad que a veces se le imputan al turismo de cruceros cuestiones que poco a nada tienen que ver con él, y se obvia que es un turismo de calidad, que no consume recursos, que aporta económicamente, que no genera problemas y que además tiene interés y visita zonas de la isla más allá del lógico interés por Palma.
"El de cruceros es un turismo de calidad, que no consume recursos, que aporta económicamente, que no genera problemas"
-¿Qué momento se respira en el turismo de cruceros a nivel nacional y que previsiones tienen en cuanto a Baleares después de la pandemia?
-Afortunadamente, y tras dos años muy duros, la industria, como el resto de activades, está comenzando a ver la luz al final del túnel y acercándose cada día un poco más a la ansiada normalidad. Si bien es cierto que todavía existen zonas que permanecen cerradas, especialmente en Asía, miramos al futuro con optimismo.
Así, y según recoge el informe Perspectivas de la industria de cruceros 2022 publicado por CLIA el pasado mes de enero, estimamos que cerca del 100% de la flota estará operando nuevamente en apenas unos meses, en agosto; de hecho, ya hay compañías que tienen todos sus barcos en servicios. En cuanto al volumen de pasajeros, este se irá recuperando progresivamente, siendo este ejercicio vital de cara a superar en 2023 la cifra alcanzada en 2019 (casi 30 millones de clientes).
En clave nacional, las perspectivas son también positivas: tanto la capacidad que desplegarán las navieras en nuestro país este año como el número de escalas se moverán en niveles próximos a 2019. Una excelente noticia ya que no solo supone un reconocimiento a los atractivos de nuestro país y a la multitud de opciones que ofrecen nuestros destinos, sino también un paso más hacia la consolidación de la recuperación; un estímulo económico para numerosas zonas costeras que fueron muy golpeadas por la paralización del turismo”.
Mientras, si ponemos el foco en Baleares, vemos como la actividad en el archipiélago sigue la tónica del resto de los destinos del Mediterráneo, con una vuelta paulatina. Esperamos que las cifras se sitúen levemente por debajo de las cosechadas en 2019, con un descenso más marcado en la actividad vinculada al tránsito y no a puerto base.
"Esperamos que las cifras en Baleares se sitúen levemente por debajo de las cosechadas en 2019"
¿Cuándo se alcanzará la plena recuperación económica del sector?
-Es difícil de estimar porque intervienen numerosos fatores, incluso externos a nuestra actividad, pero sin lugar a duda, en la medida en la que se recupere el número de pasajeros, estaremos muy próximos a la recuperación económica.
