viernes. 19.04.2024


 

La Denominación de Origen Binissalem celebra la próxima semana los Wine Days, un ciclo de actividades relacionadas con el vino que Economiademallorca ayudará a difundir en el marco del Social Media Trip #somdemallorca. Hoy conversamos con el presidente de la DO, Josep Lluis Roses.

-¿Qué representan los Wine Days para la DO Binissalem?

-Son una forma de concentrar y explicar todo el trabajo que realizan las bodegas de la DO Binissalem en un conjunto de actos durante una semana. Es una promoción muy importante tanto de cara al público extranjero como hacia los mismos mallorquines. No podemos pasar por alto que mucha población local aún desconoce el mundo del vino en Mallorca. Por otro lado estamos también abriéndonos al enoturismo de visitantes extranjeros. De hecho en algunos casos se montan viajes coincidiendo con los Wine Days. Este año además contaremos con la promoción en internet del social media trip Somdemallorca.


-¿Qué importancia tiene en estos momentos el enoturismo para las bodegas de Binissalem?

-En los últimos cinco años han sido muchas las bodegas que han dado importantes pasos adelante para favorecer las visitas. Así, por ejemplo se han adaptado las instalaciones para permitirlas y ha contratado personal que hable diferentes idiomas para atender a estos turistas.


Existe una demanda turística creciente hacia este tipo de producto. El sector lo ha visto y está poniendo los medios para hacerlo posible.


Para los bodegueros el enoturismo es una manera perfecta de ofrecer nuestro producto. Tenemos muchos casos en los que después de una visita y una cata se han hecho pedidos para enviar directamente a casa del cliente. Esta persona después periódicamente va haciendo nuevas comandas y es un cliente fiel.


-¿Qué perspectivas existen de futuro?

-Estamos en el centro de una isla que recibe millones de visitantes al año que tienen a pocos quilómetros un atractivo turístico de primer nivel como son los viñedos y las viñas. El enoturismo en Mallorca tiene mucho recorrido pero lo tenemos de hacer de forma racional. No podemos ir a un modelo de masificación saturando las bodegas de turistas. Para poder vivir la experiencia del vino precisamos de grupos reducidos a los que ofrecer calidad.


-¿Cuál es el retrato del turista de vinos?

-Es muy dispar. La mayoría son alemanes y también suizos en donde el vino mallorquín goza de una gran aceptación. Es un turista de un poder adquisitivo más elevado y que busca algo más en Mallorca que el sol y playa. De hecho ahora estamos en un momento fantástico para este tipo de turistas. Ahora bien, también tenemos turistas de cruceros que cogen taxis y aprovechan el día en Mallorca para visitar bodegas o otros más tradicionales que el día que hace mal tiempo y no pueden ir a la playa alquilan un coche y se acercan hasta nosotros.


-¿Cómo está funcionando la comercialización y la exportación?

-Tenemos un cliente mallorquín fiel que aprecia cada vez más los vinos que se producen aquí. El 80% de la producción se vende en Mallorca. El restante 20% se reparte entre diferentes países pero mayoritariamente se va a Alemania y después tenemos otros países como Suiza, Dinamarca, Japón o incluso Corea.

 

"Es más fácil vender vino mallorquín en Zurich o Munich que en Madrid o Barcelona"


-¿Y en la Península?

-Yo siempre digo que es más fácil vender vino mallorquín en Zurich o Munich que en Madrid o Barcelona. En España se producen muchos y buenos vinos. La competencia es muy alta. Además vivimos un momento en el que la restauración de calidad se conecta con el producto local y precisamente en la Península no existen muchos restaurantes de tipo mallorquín.


-¿Y en cuanto al mundo local de la hostelería y la restauración?

-Cada vez más hoteles se apuntan al hecho de tener productos locales de calidad. Los pequeños hoteles siempre lo han hecho y han defendido los vinos mallorquines cuando casi nadie lo hacía. Hoy nuestros vinos son demandados por las principales cadenas y por los agroturismos que quieren ofrecer a sus clientes un producto de calidad, autóctono y diferenciado.

-¿Qué piensa del tópico que dice que los vinos mallorquines son caros?

-En Mallorca no producimos vinos de una gama económica. Producimos vinos de alta calidad, con personalidad y son productos únicos en el mundo. Tenemos muchas pequeñas bodegas que crean vinos muy especiales. Un dato para probar esto. De los vinos exportados a Alemania después de los del Priorat, los de la DO Binissalem son los que se pagan más caros.


Debemos tener en cuenta que hay muchos factores que encarecen el producto como la insularidad a la hora de conseguir los materiales, la mano de obra del campo que también es más cara o la alta calidad.


-¿Qué previsiones hay para la presente temporada?

-Aun es muy pronto para hacer pronósticos ya que estamos en manos del clima. Hasta el momento las condiciones han sido muy buenas con unas temperaturas adecuadas en invierno. Si todo evoluciona bien tendremos una gran añada con una alta producción y calidad. Debemos tener en cuenta que venimos de una vendimia, la del pasado año, que aquí y en toda Europa fue la más corta de los últimos 70 años.

Roses: “El enoturismo tiene mucho recorrido en Mallorca”