viernes. 26.04.2024

El mundo de la videncia vive en los últimos tiempos momentos de dificultad, como en general casi todos los sectores místicos, que tienen que hacerle frente a la incredulidad y al pseudointelectualismo impuestos en muchos ámbitos de la sociedad. El esoterismo y la mística, dos facetas de la vida que han acompañado a la humanidad desde los anales de la historia, observan cómo ahora la crítica del empirismo se esfuerza en ofender cada vez con más empeño un arte tan milenario y serio como el de la videncia.

 

Otro de los motivos por los que los expertos de esta disciplina son cada día más cuestionados es la proliferación desmedida que la población ha sufrido de estafas relacionadas con este mundillo. Como es natural, la misma coherencia que nos dice que no todos los políticos son corruptos nos hace entender que no todos los videntes son estafadores.

 

En efecto, poco o nada tienen que ver los verdaderos especialistas, cuyo don innato se desarrolla con años de práctica y estudio, con aquellos impostores a los que sólo les importa obtener el mayor beneficio posible, sin importar si para ello es necesario traficar con el dolor humano que comportan los problemas personales e íntimos.

 

Por suerte para la videncia aún existen grandes profesionales, como Alicia Collado, que persiguen la estafa y desarrollan su actividad con honradez y honestidad, lo mismo que muchos compañeros de profesión que se esfuerzan en ofrecer un servicio veraz y objetivo alejado de falsedades y engaños.

 

La maldad no está ligada con la profesión, sino con la persona

Algunos detractores de la práctica de la videncia arguyen en sus críticas las malas artes y los malos pensamientos con los que actúan los profesionales que se dedican a este histórico oficio. Sin embargo, quien se aventura a hablar con esta percepción incurre en un error en el que debe reparar. Volviendo a las comparaciones con otros oficios, incluso en los negocios más estándares y objetivos podemos tener la mala fortuna de toparnos con un trabajador cuyas intenciones sean deshonestas y que nos haga sufrir consecuencias desagradables y molestas.

 

Imaginémonos, por ejemplo, el caso de un abogado que no se conforme con ganar únicamente el juicio, sino que su objetivo real sea el de destrozarnos en todo aquello que pueda. No diremos entonces de la abogacía y la justicia que son disciplinas pérfidas y viles, sino que el abogado que nos ataca en cuestión tiene malas intenciones contra nosotros.

 

En el terreno de la videncia y la santería nos encontramos con las mismas tesituras, porque, al fin y al cabo, la malicia no es algo que desarrolle o se estudie cuando nos formamos en alguna profesión, sino que viene interiorizada por la persona en sí. Por supuesto, de sobra se conocen casos en los que algún vidente impostor se ha servido de sus malas mañas para timar a sus clientes provocándoles grandes daños, pero no por ello debemos deducir de manera general que la videncia es una disciplina cuyo único fin es el mal de las personas. Existen muchos equipos de profesionales, como el de Alicia Collado, contrario a la estafa y que trabaja por erradicarla del sector.

 

 

No por hacer videncia ya se comete una estafa, como muchos dicen

No pocas son las ocasiones en que especialistas en videncia deben enfrentarse a críticas encarnizadas de toda clase y condición, opiniones desfavorables cuyo fin en concreto es el de ofender. Por alguna razón, ciertos sectores de la sociedad proyectan sobre estas prácticas una mirada totalmente destructiva y no admiten otra contemplación acerca de ella que no sea la de su destrucción y condena más enérgica. Así, la condescendencia inexistente que aplican para sus juicios queda lejos de la que mostrarían para cualquier otro oficio. A fin de cuentas, el simple hecho de practicar la videncia ya es para ellos una estafa en sí. Sin embargo, en esto se equivocan completamente.

 

Estafar a alguien supone pedirle una remuneración cuantiosa, sea del tipo que sea, a cambio de un servicio que nunca se realizará o que, de realizarse, no será del mismo modo que se presenta y promete en un principio. Desde luego que estas situaciones se han dado en la videncia, pero no con más frecuencia que en el mundo financiero, económico, medicinal o social, de los que nadie desconfía antes incluso de acercarse a ellos.

 

La santería, a pesar de lo que puedan decir los más críticos y desconocedores de esta disciplina, cuenta en su haber con un gran número de profesionales cuyas máximas son la honestidad, la honradez, la veracidad y la sinceridad. En resumidas cuentas, la videncia no es una estafa. Las estafas son eso, estafas. Y Alicia Collado lucha contra la estafa de manera incansable.

 

Si crees en esto, ¿por qué no consultar con un buen profesional?

Para todos aquellos a los que los poderes de la videncia y el tarot les resulten interesantes y estén convencidos de su existencia, los expertos recomiendan no dejarse influenciar por quienes únicamente pretenden acabar a cualquier costa con las bondades de esta disciplina. Además, Alicia Collado tiene las claves para detectar una estafa, que comparte con aquellas personas que estén interesadas.

 

Así, lo mismo que cuando sufrimos alguna dolencia o tenemos algún problema burocrático acudimos a un médico o a una gestoría, cuando sintamos el peso de nuestros problemas personales no debemos dudar en la posibilidad de ponernos en manos de grandes expertos del esoterismo, verdaderos profesionales que ponen su poder y sus conocimientos a disposición de quienes necesitan una ayuda especial.

 

Alicia Collado y las opiniones de sus clientes demuestran que cuando hay confianza real en la magia, los resultados podrían acabar llegando, aunque no sean de forma inmediata. Por ello, si nos preocupan cuestiones como la salud, el trabajo, la amistad o la relación sentimental con nuestra pareja, no debemos dudar en dejarnos asesorar por este equipo de expertos. Si lo que nos desestabiliza está relacionado con problemas sentimentales, Alicia Collado dispone de rituales de amarres de amor fuertes con los que se podría intentar solucionar el conflicto, sea cual sea.

 

 

Hay personas que no creen en la magia y solo deberían mirar hacia otro lado

También para quienes no creen en los efectos de la magia y los poderes de la videncia, el tarot y la santería Alicia Collado tiene un mensaje en nombre del sector. Lo mismo que cuando un tipo de comida no es de nuestro agrado no frecuentamos los restaurantes en los que la sirven, si nuestras creencias son contrarias o insuficientes para confiar en estos métodos, la mejor solución es no preocuparnos por ella y dejar a quien sí cree en sus efectos que disfrute y se beneficie de las bondades que ofrece.

 

La magia es una disciplina con la que muchas personas han intentado obtener buenas experiencias a lo largo de la historia, y actualmente sigue habiendo testimonios de clientes que disfrutan de esta práctica. Prueba de ello son los muchos testimonios acerca de los amarres de amor irrompibles que los expertos de Alicia Collado han ofrecido a aquellos clientes que presentaban conflictos amorosos. A fin de cuentas, no deja de ser una forma más en la que la población intenta poner solución a sus problemas.

 

Las personas que sí creen saben que hay gente capaz de ayudarles

Si algo sacan en claro aquellos usuarios que creen en todos los poderes de la magia, la santería, la videncia y el tarot es que existen muchas buenas personas con intenciones y capacidades suficientes como para tratar de ayudarlos con sus problemas más personales. Aunque es cierto que Alicia Collado se posiciona como referente en este sector, también lo es que existen muchos compañeros de profesión que tienen las cualidades necesarias para intentar ponerle remedio a nuestras dificultades, aunque no será con los mismos métodos.

 

En contra de la opinión generalizada de que Alicia Collado es una estafa en sí, lo cierto es que estos especialistas tienen como único fin tratar de servir de ayuda a aquellas personas que necesitan la asistencia de expertos con conocimientos especializados, sin importar la remuneración económica. A fin de cuentas, para un oficio en el que el engaño está tan perseguido por parte de quienes se ven acusados por prácticas de las que no son culpables, demostrar que lo importante es el cliente es la única forma de hacer entender que el engaño no es la tónica general de este sector.

 

Según Alicia Collado, la estafa cada vez es menor: "Hay más control"

A pesar que durante algunos años la proliferación de todo tipo de impostores, vendehúmos y sacacuartos ha sido desmedida en el ámbito de la videncia, desde Alicia Collado tienen una buena noticia para todos aquellos que quieran volver a confiar en las buenas intenciones de la videncia. Gracias a la unión y la dedicación de los distintos expertos para denunciar y desenmascarar a los estafadores, los casos de engaños a través del esoterismo son cada vez menores.

 

Los propios expertos como Alicia Collado aseguran que actualmente “hay más control”, lo que redunda en una mayor seguridad para los usuarios a la hora de optar por los diferentes profesionales que ofrecen su ayuda sirviéndose de estos métodos. Sin duda la intervención del equipo de Alicia Collado en la persecución de la estafa ha sido crucial para ponerle remedio a una lacra que desprestigiaba el buen nombre de los especialistas honestos.

 

La seriedad que aporta Alicia Collado al sector debería ser alabada por su competencia

Una de las formas que Alicia Collado ha desarrollado para combatir la creencia de la estafa en el ámbito de la videncia ha sido ofrecer un servicio serio, honesto, honrado y eficiente. Su compromiso con la credibilidad de la videncia ha llevado a sus especialistas a ser los más rigurosos posible en todo tipo de materias y en el trato de los problemas de sus clientes, lo que ha dado sus frutos. Prueba de ello es cómo Alicia Collado da opiniones sobre amarres de amor que han sido perfeccionados y demandados por todos aquellos clientes que se han encontrado en este tipo de problemas.

Alicia Collado: en la videncia no todo es una estafa, hay seriedad