sábado. 20.04.2024

La red de infraestructura de recarga eléctrica creció en España un 11% en el primer trimestre del año, hasta alcanzar un total de 20.243 puntos, una cifra que se mantiene lejos del objetivo de 45.000 marcado por el sector automovilístico nacional para este año.

Según el Barómetro de Electromovilidad de la patronal de fabricantes Anfac publicado este jueves, en los primeros tres meses se incorporaron a la red española 2.115 nuevos puntos de recarga, siendo uno de los mayores crecimientos trimestrales de la serie histórica.

Pese a ello, el ritmo de despliegue continúa siendo inferior al deseado y la brecha con el resto de Europa sigue ampliándose, lo que dificulta el cumplimiento de los objetivos de reducción de emisiones fijados por el Gobierno para 2030.

De los puntos de recarga operativos en España, el 79%, es decir, 15.924, cuentan con una potencia inferior a 22 kilovatios (kW), con tiempos de recarga mínimos de 3 horas.

Solo 801 puntos de recarga públicos cuentan con una potencia de, al menos, 150 kW, lo que permite tiempos de carga de entre 15 y 27 minutos.

Asimismo, Anfac cifra en 6.475 los puntos que se encuentran fuera de servicio, debido a que no se han podido conectar a la red de distribución eléctrica o por encontrarse en mal estado o averiados.

Con estos datos, España obtiene una valoración de 4,5 puntos sobre 100 en el desarrollo de infraestructura de recarga de acceso público, creciendo únicamente 0,6 puntos desde finales de 2022, y situándose muy lejos de Países Bajos y Noruega, que lideran con 62 y 50,4 puntos, respectivamente, y de la media europea -10,6-.

El indicador que mide la penetración del vehículo electrificado muestra una realidad similar, con una valoración media de 17,4 puntos en el caso de España, solo 0,5 más que en el trimestre anterior.

Estas cifras sitúan al mercado nacional muy lejos del líder destacado, Noruega, que alcanza los 156,6 puntos, y 20 puntos por debajo de la media europea.

En el primer trimestre, se matricularon en España 25.447 turismos electrificados, lo que supondría alcanzar los 100.000 a final de año, muy lejos del objetivo de 190.000 marcado por Anfac.

En cuanto al indicador global de electromovilidad, que valora tanto la penetración de los vehículos electrificados como la instalación de infraestructuras de recarga de acceso público, España alcanza un total de 11 puntos, solo seis décimas más que al cierre de 2022, con un ritmo lento e insuficiente.

"Los datos registrados en el barómetro de electromovilidad de Anfac de los tres primeros meses del año vuelven a revelar que el ritmo es muy lento y que España se queda atrás. Esta lenta evolución debe revertirse si queremos que la movilidad cero emisiones en el sector de la automoción en España despegue y llegar a ser un hub de la nueva electromovilidad", asegura el director general de Anfac, José López-Tafall.

España se mantiene a la cola de Europa con países como Italia, República Checa o Hungría, y lejos de la media europea de 23,8 puntos.

La red española de recarga eléctrica alcanzó en el primer trimestre los 20.243 puntos
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