La Fundación Impulsa Baleares ha advertido de que por cada posición directiva que ocupa una mujer en las islas, existen dos ocupadas por hombres y que la desigualdad de género es "un factor crítico de la sostenibilidad social" y un determinante de su competitividad global.
Según el índice de desigualdad de género que elabora la entidad, Baleares es la séptima mejor comunidad en el ranking autonómico de desigualdad, siguiendo el método para evaluar dicha materia que recomienda Naciones Unidad, ha detallado en un comunicado.
La última actualización del índice, que oscila en una escala que va del 0 (desigualdad nula) al 1 (desigualdad máxima), marca para Baleares una puntuación de 0,045, muy similar a la anotada durante el pasado ejercicio que fue de 0,044.
Las islas mejoran la puntuación nacional (0,050), solo superadas por Galicia (0,028), País Vasco (0,032), Canarias (0,043), Cataluña (0,043), Aragón (0,043) y Madrid (0,043).
Según Impulsa, la mejora de la presencia femenina en el campo de la formación superior y el aprendizaje a lo largo de la vida no tienen continuidad en la esfera laboral, tanto en términos de participación, como de condiciones contractuales y oportunidades de carrera profesional para las mujeres.
Los datos constatan una nueva mejora de la tasa de abandono escolar entre la población femenina de las islas, del 20,3% frente al 21,7% de 2018; que contrasta con el repunte masculino del 28,1% frente al 27%de 2018), hecho que no se traduce tan solo en un mayor porcentaje de mujeres con estudios superiores (35,8% vs 28%, hombres), sino también en mayor predisposición a la formación permanente (11,8% vs 9,5% de hombres).
Impulsa advierte de que, no obstante, la tasa de participación de las mujeres en el mercado de trabajo (56,9%) se mantiene más de 10 puntos por debajo que el segmento masculino (66,4%), una brecha que se amplía en la tasa de ocupación (47% de mujeres vs 56,4 % en hombres) y en el desempleo (15,6% de mujeres en paro vs 11,9%).
La entidad destaca que el desempleo se ha agudizado respecto al año anterior a la pandemia especialmente entre las mujeres con un aumento de 5,3 puntos, frente a los 4,5 de aumento entre los hombres.
Según las altas en la Seguridad Social, hay una mayor pérdida relativa de empleo femenino, de -8,9%, que masculino con -8,6%.
La mayor proporción de trabajo a tiempo parcial entre las mujeres (el 19,7% en 2020 y el 19,5% en 2019) también ha ampliado el diferencial respecto de los hombres (6,6% en 2020 vs 7% en 2019). Sin embargo, la importancia relativa de la temporalidad ha dado un vuelco y es más frecuente entre los hombres (23,7% vs 21,6%, mujeres).
La presencia femenina en las categorías profesionales más elevadas sigue siendo inferior a la masculina, según Impulsa, ya que tan solo una tercera parte de las posiciones de dirección y gerencia están ocupadas por mujeres (34%), cuando en el conjunto del tejido productivo prácticamente se alcanza la paridad (45,7 %).
Por cada posición directiva ocupada por una mujer, existen dos ocupadas por hombres, una relación que ha empeorado sensiblemente durante la pandemia, pues la caída del empleo en posiciones directivas y de gerencia ha sido más acusada entre el colectivo femenino, del -23,6%, que en el masculino con el -16,9 %.
En cuanto a los salarios, los últimos datos disponibles (de 2018) revelan que la brecha salarial se sitúa en un 13,7%: las mujeres perciben, por término medio, un salario de 3.352 euros anuales inferior al de los hombres.
La brecha se amplía en las categorías profesionales más elevadas, donde las trabajadoras cobran un 19,6 % menos, con 7.210 euros de menos al año.
