Aprender de los errores y saber volver la situación cuando tenemos problemas, es una lección humana muy complicada a veces. Cuando tenemos problemas lo fácil es decir “estoy vencido” o “no puedo con esto” pero no es lo deseable, debemos intentar salir adelante. Cuando tenemos un problema debemos afrontarlo y estudiar cómo podemos convertir lo malo en algo positivo y mejorar la terrible situación.
Nos pasamos la vida quejándonos, entre lamentos y palabras malsonantes nos puede pasar algo bueno por delante y ni siquiera darnos cuenta. Lo que sí es cierto es que, el color que tendrá nuestro día a día, dependerá de cómo nos tomemos las adversidades.
Y referente a esta sentencia, existe una frase muy ilustrativa de la visión que debemos adoptar de cara a los problemas: “Dos hombres en la cárcel miraron a través de las rejas, uno vio el barro, el otro vio las estrellas”. Decidir encontrar las estrellas en vez de ver la oscuridad, en vez de fijarnos en lo hostil; eso es lo que nos va a permitir ser felices a pesar de los infortunios que, queramos o no, nos tiene preparados la vida.
En referencia a suprimir nuestras preocupaciones, Dale Carnegie sentencia seis reglas de oro para acabar con ellas antes que ellas acaben con nosotros:
- Expulsa la preocupación de tu interior manteniéndote ocupado. La actividad es uno de los mejores remedios ideados para combatir los “duendes” de nuestra mente.
- No te rindas por cualquier tontería. Las insignificancias no pueden destruir tu felicidad.
- Utiliza la ley de las probabilidades para eliminar las preocupaciones. Pregúntate: “Qué probabilidades hay que esto pueda ocurrir?”.
- Acepta lo inevitable. Si sabes que cambiar algo es imposible, acepta lo que venga.
- Pon un límite a tus preocupaciones. Decide tú mismo el grado de ansiedad que merece algo y niégate a pasar la línea.
- Deja que el pasado atrás. No te recrees en lo que pasó.