jueves. 02.05.2024

El golf y sus estereotipos

No soy aficionado al golf, me he acercado muy poco a un campo de golf, solo he cogido unos palos dos veces en mi vida, nunca he participado en un torneo y mis conocimientos de este deporte son más bien limitados.

 

Durante muchos años he pensado o supuesto, como muchos mallorquines, que estas instalaciones eran depredadoras de nuestro entorno rústico, que suponían un despilfarro de recursos y que todo ello solo se hacía para cumplir las expectativas de ocio de personas con un poder adquisitivo altísimo, en su mayoría extranjeros residentes que no generaban riqueza ni cohesión social en nuestra isla.

 

Es decir, que el golf era un deporte exclusivo para gente muy adinerada y que generaba un impacto ecológico brutal en nuestro territorio. Estos son los mantras colectivos que se han extendido en la sociedad y contra los que se ha empeñado en luchar la Federación de Golf y la Asociación de Campos de golf, cual Don Quijotes contra grandes molinos de viento.

 

Espero y deseo que esta lucha no acabe igual que la de nuestro hidalgo cervantino en la novela. Lo cierto es que la lucha por hacer desaparece estos estígmas o estereotipos de nuestra sociedad va a ser titánica.

 

El primer paso está dado poniendo cifras a este negocio que genera riqueza y mucha en Mallorca. 167 millones de euros, 1.600 puestos de trabajo estables, 2 euros generados por cada euro facturado...

 

Pero se trata de ir más allá. Los campos de golf suponen para Mallorca el uso, más que consumo, de 1.300 hectareas o lo que es lo mismo, el 3 por mil del territorio insular. Además los campos aseguran que riegan cada metro cuadrado con agua depurada. Otra cosa es saber la calidad de este agua en los meses estivales en los que nuestras depuradoras rebasan todas sus capacidades.

 

En unos momentos en los que nuestro campo padece en muchas zonas de abandono por la falta de rentabilidad de la agricultura actividades como el golf son actividades perfectamente compatibles con el entorno rústico y natural. Ahora bién, los mismos campos no quieren ser más, no piden que se creen nuevos proyectos ni que se amplien instalaciones. Saben que la ley no lo permite pero no reclaman su cambio.

 

Solo piden que se promocione este deporte para ayudar a desestacionalizar turísticamente nuestra tierra. Personalmente pienso que Mallorca tiene muchos atractivos en temporada baja y seguramente más llamativos y potenciables que el golf.

 

Pienso que el trabajo que se está realizando en este sentido es bueno y positivo pero ello no quita que se deba prestar bastante más atención a un sector que tiene muchísima capacidad de crecimiento en temporada baja. No olvidemos que este deporte, además, atrae a un turista de calidad que suele gastar más en destino y que coincide con el ideal de turismo de mayor calidad que persigue ahora el Consell. Todo suma y el turismo de golf también. Aparquemos los estigmas y estereotipos y miremos al golf de forma diferente.

El golf y sus estereotipos