viernes. 26.04.2024

Transformación digital: el futuro ya es el presente

La transformación digital es el cambio asociado a la aplicación de tecnologías digitales en todos los aspectos de la sociedad humana con especial impacto en las empresas y sus procesos y en la economía.

 

Estamos, sin duda, en plena ola de la transformación digital en toda Europa, pero especialmente en nuestras islas. No hace falta recordar que la pandemia ha servido de revulsivo para acelerar los procesos de implantación de la transformación digital en nuestras islas. Un 99% de las empresas son pymes y estas tienen un especial reto en su transformación. Las políticas autonómicas, nacionales y europeas han puesto especial foco en las inversiones y ayudas con los fondos europeos, y el primer paquete de inversiones ha llegado directamente para las pymes: 3.000 millones de euros.

 

Las empresas digitalizadoras de nuestras islas son los principales agentes dinamizadores de esta transformación, y en estos momentos difíciles, agravados por el conflicto de Ucrania, las empresas con un mayor grado de digitalización van a ser las que subsistan con mayor solvencia y rapidez.

 

El binomio empresario/trabajador bien engranado y con orientación a la transformación sin duda es clave para el presente y futuro de nuestras islas. Emerge con fuerza, ya desde hace no mucho, la necesidad de impulsar y fortalecer la formación de nuevos profesionales del ámbito tecnológico, tanto universitarios como a través de la Formación Profesional.

 

Los socialistas creemos que es el momento de impulsar perfiles digitalizadores que puedan dar respuesta a la gran demanda de profesionales que el mercado laboral necesita, y nuestra apuesta, especialmente por la Formación Profesional, es clara y decidida.

 

Es el momento, también, de seguir reduciendo la brecha de género en las profesiones digitales: tan sólo un 7% del alumnado que actualmente se está formando en estas áreas de conocimiento son mujeres. Es, sin duda, un sector todavía muy masculinizado y con mucho recorrido para la mujer.

 

En cambios tan rápidos y tecnológicos como el digital no debemos perder de vista a los que se quedan atrás: nuestros mayores. Estamos obligados a ayudarles desde las administraciones y desde las empresas. No podemos dejarlos sin uso y acceso a servicios tradicionales como la banca, la administración pública y privada. Poner agentes digitalizadores y puntos de acceso a disposición de las personas con limitaciones en el manejo de las nuevas tecnologías es una obligación que tenemos como sociedad y como servidores públicos con nuestros mayores.

 

Tenemos antes nosotros el reto de mejorar la productividad, reducir tiempos y costes, mejorar la comunicación externa e interna de las empresas, crear nuevas oportunidades de negocios y, en definitiva, a alargar la vida de las empresas a través de la transformación digital.

 

A mitad del siglo XVIII, con la revolución industrial, la sociedad de la época sufrió una primera revolución tecnológica. Ahora, en pleno siglo XXI, sin duda estamos viviendo una nueva revolución: la digital.

Transformación digital: el futuro ya es el presente