No muy lejos del puerto de Pollença nos encontramos con una de las bodegas más modernas de la isla. Una finca centenaria con mucha historia que ha sido reestructurada respetando la naturaleza, el paisaje y la tradición.
Aquí se utiliza el método de gravedad, un medio de vinificación suave, en el que se evita por completo el uso de bombas y se conservan todos los aromas primarios del vino que se van perdiendo con la fricción del bombeo.
El funcionamiento de este método se resume en lo siguiente: las uvas se cosechan a mano y se clasifican a mano y por láser. Luego se estrujan y fermentan. Como en esta bodega no se utiliza el bombeo, el mosto se transfiere a un segundo recipiente, que se eleva por medio de una grúa sobre el fermentador y se vuelve a verter en él. Cuando se ha completado la fermentación el vino se introduce por gravedad en los recipientes en los que se madura.
Can Axartell tiene vinos para todos los gustos y momentos a los que clasifica en tres grupos: cotidianos, gastronómicos y rellenos especiales.
En el primer grupo encontramos vinos frescos y jóvenes que salen al mercado durante el año siguiente a la vendimia. En cuanto a los gastronómicos, son vinos más sofisticados y complejos con envejecimiento en barricas. Aquí nos encontramos con “Corum”, elaborado con Malvasía de Banyalbufar y fermentación en fudre de roble francés que le aporta al vino cremosidad y matices finales de especias dulces como vainilla y coco.
Para los que buscan algo exclusivo, esta casa ofrece pequeños embotellados a los que llama “rellenos especiales” con etiquetas diseñadas por artistas como Dionís Bennàssar en los que se seleccionan las mejores variedades por separado para dar lugar a vinos espectaculares. Aquí encontramos “El artista” un tinto elaborado con Mantonegro y Syrah con buen volumen en boca,estructura e intensidad. Una auténtica joya líquida.
No te cuento más. Lo mejor es que los pruebes tú mismo.
