Veintisiete de los treinta escaños que ha perdido Ciudadanos este 2021 frente a las elecciones que ganó en 2017 se los han repartido entre el PSC (16) y Vox (11).
Esto de por sí prueba que el electorado catalán ha desaprobado con mucha severidad el ‘viraje’ a la derecha protagonizado por la formación anteriormente capitaneada por Albert Rivera.
Pero es que, a más a más, los 'ex votantes' naranjas han votado mayoritariamente al socialista Illa, lo que permite deducir que la sensibilidad de los que simpatizaron en los últimos años con este partido era más progresista que conservadora, y que, si el partido quería satisfacerlos e intentar retenerlos, quizá apoyar fórmulas a la derecha para formar gobiernos como ha hecho de forma sistemática en los últimos años no era lo que se le demandaba. Y aquí está el resultado.
Este error ha sido castigado muy duramente y, más que un toque de atención supone casi un descabello. Inés Arrimadas, se encuentra en una encrucijada que marcará el destino de este partido: de las decisiones que se tomen a partir de este lunes dependerá que vuelvan a ser protagonistas o que firmen el acta de defunción.
