El Departamento de Sostenibilidad y Medio Ambiente aprueba el proyecto definitivo de la planta de compostaje para la fracción orgánica de los residuos municipales (FORM) recogida selectivamente, ubicada en término municipal de Llucmajor. También se ha aprobado el estudio de costes, la relación de bienes y derechos afectados y la necesidad de ocupación urgente.
Los primeros fondos europeos de recuperación y resiliencia Next Generation que llegarán al Consejo de Mallorca serán para el proyecto estratégico «Valla el círculo». En concreto, 4,9 millones de euros de la partida para turismo sostenible que se destinarán íntegramente a la planta de materia orgánica de Llucmajor.
La consellera de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Aurora Ribot, ha destacado que «la tramitación del proyecto está muy avanzada y esta aprobación es una pasa importando de un proceso largo, como es la puesta en marcha de una infraestructura de estas características. Cerrar el círculo de la materia orgánica es el reto más importante que tiene Mallorca en el camino hacia la economía circular».
Entre las ventajas que supone el proyecto de la nueva planta de compostaje de Llucmajor, la consellera ha destacado que «mejorará de forma significativa la sostenibilidad de Llucmajor y de los municipios del alrededor, y supondrá un gran ahorro económico en los servicios de recogidas municipales; así mismo, ayudará medioambientalmente a reducir las emisiones en el transporte de los biorresiduos».
La economía circular es el único camino que puede recorrer la Mallorca del futuro. La crisis climática global y la sobreexplotación de los recursos naturales, que de cada vez son más escasos, nos han hecho ver la necesidad de actuar con una lógica menos extractivista. Además, la pandemia y la invasión de Ucrania nos han permitido tomar conciencia de nuestra dependencia del exterior. Todo esto ha hecho que entendamos que no podemos derrochar ningún recurso, y los residuos son, sin duda, un recurso muy valioso.
El proyecto estratégico «Tanca el cercle» supondrá la construcción de cinco plantas de compostaje (Llucmajor, Santa Margalida, Marratxí, Calvià y Felanitx) para tratar toda la materia producida en la isla. Y se podrá generar compuesto ecológico que se comercializará a precio público. Con las plantas se afrontará la contradicción que supone disponer de grandes cantidades de materia orgánica que se desaprovecha y acaba siendo incinerada para generar compuesto.
