martes. 19.03.2024

El origen de la empresa Llull Sastre S.A. se remonta al año 1934 con un trabajo tan importante como la construcción de la carretera de Sa Calobra, conseguido por el buen hacer de una plantilla reducida de margers todos de Selva, bajo la tutela del abuelo de Bernardo Llull, actual consejero delegado de la compañía 

Construyeron la carretera, sin apenas utilizar maquinaria pesada, trabajando de sol a sol y pernoctando en el mismo tajo durante toda la semana. Sólo regresando a su pueblo natal el fin de semana para descansar un poco y afilar las herramientas, con las que obtenían el material allí mismo, mediante pequeñas voladuras de dinamita. A base de pico y martillo elaboraron las piedras para construir los muros de piedra en seco en el trazado tan sinuoso de la carretera y en los túneles de acceso al torrente de Pareis.

Aquí nació una empresa que en la actualidad es una de las líderes en el sector de obra pública y promoción privada. La posguerra fue una época muy dura. En los años cuarenta apenas había materiales de construcción y la actividad económica era inexistente, el país entero estaba instalado en la economía de subsistencia. No obstante, si hicieron algunos proyectos dentro del sector público en el marco de los planes estatales de vivienda.

Bernardo Llull sitúa el despegue de la empresa a mediados de los años cincuenta. Mallorca retoma el pulso perdido con la guerra y la posguerra. Empieza el boom turístico impulsado por el Plan de Estabilización de 1959 que liberaliza la economía y sienta las bases del crecimiento. Con la incorporación en la empresa de su padre Gabriel, en el año 1956 y más adelante la de su tío Lorenzo se consigue crecer, trabajando además de en la obra pública, en el sector privado. Juntos constituyeron en el año 1968 lo que es hoy “Construcciones Llull Sastre S.A”

“Ser empresario las 24 horas del día te obliga muchísimas veces a dejar a la familia en segundo término”

 

Bernardo Llull Bibiloni (Selva 1960) se incorporó a la empresa en 1982 compaginando sus estudios de lo que antes se llamaba Ciencias Empresariales. “Me incorporé con tanta ilusión y orgullo -recuerda- que quedé adicto al trabajo”. Es una persona tranquila, de las que primero se lo piensan antes de decir nada. Confiesa que fue muy aficionado a la caza en su juventud. Hoy en día continúa practicando este deporte con menor intensidad.

Amante de la montaña en invierno y del mar en verano, navegar es una de sus otras pasiones, aunque en los últimos tiempos ha cambiado la barca por la bicicleta. Al disponer de algo más de tiempo se ejercita con mayor énfasis en el ciclismo. Entusiasta del mundo gastronómico hace frecuentes pequeñas escapadas en busca del mejor producto. Está muy orgulloso de sus hijos. Le gusta resaltar la brillante formación académica de su hija “Ingeniera de Telecomunicaciones” y con grandes inquietudes laborales, actualmente trabaja como cofundadora de un startup en nuevas tecnologías de venta digital”.

A principios de los años ochenta, cuando él entró a trabajar, “la empresa trabajaba muho en la costa, en la construcción de paseos marítimos, regeneración de playas, múltiples contratos de mantenimiento y promociones, no solo en Palma, también en zonas de segunda residencia”, subraya.

De esta época quedan miles de kilómetros recorridos, muchas horas de trabajo, una gran implicación personal y un magnífico aprendizaje al lado de unos profesionales extraordinarios, encargados y trabajadores que conocían todos los aspectos del oficio. Recuerda uno de los momentos amargos. En 1986 falleció de repente su padre Gabriel. Añade que: “Fue un duro e inesperado golpe tanto familiar como empresarial”. Continuamos luchando. Yo me centré en la obra pública y mi tío Lorenzo en las promociones privadas. La empresa iba creciendo, entramos en la participación y explotación de algunos establecimientos turísticos, también apostamos por la participación en diferentes sociedades relacionadas con el sector de la construcción

“La incorporación del hijo de Lorenzo, mi primo Bernardo Llull Seguí, en 1991, resultó de una gran ayuda para una empresa que se consolidaba. Que estaba preparada para crecer con la adquisición de terrenos para nuevas promociones”. Con importantes obras en ejecución. Subraya que su primo y él cuentan con una participación cada uno del cincuenta por ciento de la empresa y constituyen la tercera generación.

En la empresa siempre han tratado de cuidar la promoción interna de los trabajadores y dar estabilidad a las plantillas que son el activo más importante. Bernardo Llull destaca la labor realizada durante los últimos veinte años por el director, Pedro Martín Pazos. Gracias al esfuerzo y trabajo de este equipo, la empresa ha logrado posicionarse como puntera en Baleares.

La salida de la crisis económica del 2011, la peor de los últimos tiempos supuso todo un reto para Construcciones Llull Sastre. La clave para hacer frente a una crisis de la magnitud de la pasada fue la “adaptación a las necesidades del mercado”, asegura. La empresa supo amoldarse al mercado orientándose con la construcción de viviendas unifamiliares de lujo para una clientela no nacional, sobre todo, escandinavos, alemanes e ingleses. Las villas de alto “estanding”, estos últimos años han tenido una gran demanda, comercializándose muchas de ellas en el extranjero, y con un cliente repetidor que reinvierte su venta en un nuevo producto de mejor calidad. “También es importante la buena comunicación que tenemos en Mallorca con estos países, con muchos vuelos semanales a los principales aeropuertos europeos”, expresa.

La segunda decisión fue explorar las posibilidades que había en el sector de las reformas hoteleras. El sector turístico no estuvo tan sacudido por la crisis como otros y se abrió un campo nuevo porque los hoteleros decidieron hacer obras de mejora, ampliar su capacidad aprovechando las facilidades de la administración, y la construcción de nuevos hoteles, principalmente con la rehabilitación y adaptación de antiguos edificios, tanto el centro de Palma como en antiguas possessions a las que se quería dar un uso de alojamiento turístico o de alquiler. Esta salida de la crisis no estuvo exenta de dificultades y acontecimientos luctuosos. Al respecto afirma que: “La larga crisis iniciada en 2011 nos pilló de lleno. Tuvimos que tomar arriesgadas decisiones para conseguir mantenernos a flote. Salimos adelante gracias a que en los años anteriores reinvertimos beneficios en la propia empresa”.

"Hemos conseguido llegar donde estamos gracias a nuestro equipo, cuidando y escuchando a nuestros trabajadores"

 

Está claro, dice, “que hemos conseguido llegar donde estamos gracias a nuestro equipo, cuidando y escuchando a nuestros trabajadores y colaboradores que siempre han cobrado puntualmente, cumpliendo nuestros compromisos, tomando decisiones y únicamente pensando en el bien de la empresa, decisiones con la cabeza, no con el corazón. No haciendo lo que uno quiere y siendo empresario las 24 horas del día, lo que te obliga muchísimas veces a dejar a la familia en segundo término”.

En la actualidad, la administración apenas licita obra, salvo algunas sobre todo de Aena Aeropuertos y pequeñas prioritarias obras de poco importe de algunos Ayuntamientos. “Es totalmente necesaria una reactivación de la obra pública”, apostilla.

Construcciones Llull Sastre, ha participado directamente o a través de UTE en la ejecución de grandes obras públicas, como la nueva sede de Endesa, las nuevas estaciones marítimas de Alcúdia, Eivissa, y Ciutadella, trabajos en la línea del tren Sineu-Manacor, aparcamiento de Antonio Maura, innumerables calles de la ciudad de Palma, como Olmos, San Miguel, Paseo Mallorca, Jaime III, El Borne y Paseo Sagrera.

Años atrás, con el dragado de la ensenada de Can Barbará y el embellecimiento del Paseo Marítimo, se construyeron cinco relojes de sol diseñados por el ingeniero Rafael Soler, entre ellos, el más espectacular que es “cilíndrico” del Moll Vell. La empresa ha construido infinidad de viviendas, hoteles para grandes cadenas turísticas y de gran lujo como el Hotel Castell Son Claret.

En los últimos cinco años ha construido más de 30 villas de súper lujo. Asimismo, añade que una empresa para rehabilitar un edificio catalogado tiene que tener la calificación de contratistas y Llull Sastre es una de las pocas empresas de las islas que tiene esta habilitación, conseguida por haber ejecutado con anterioridad muchos trabajos de este tipo.

“Damos prioridad al trabajo bien hecho, a la seriedad con eficacia, antes que a los resultados"

 

Uno de los aspectos de la nueva construcción, además de una mayor especialización de los operarios para la aplicación de las nuevas metodologías de trabajo, es que los nuevos edificios tienen que ser sostenibles y eficaces. Ningún desafío “es demasiado grande para Construcciones Llull Sastre, damos prioridad al trabajo bien hecho, a la seriedad con eficacia, antes que a los resultados. Siendo prioridad absoluta la satisfacción del cliente”.

La empresa sin duda ahora tiene por delante un gran e inesperado reto con la pandemia del coronavirus. “Nunca hubiéramos imaginado las terribles consecuencias ocasionadas por el virus Covid-19 y hasta incluso conociendo sus efectos en la lejana China, no creíamos que llegara hasta nuestro entorno y menos pensábamos en una tragedia de esta magnitud”, señala.

“Hemos mantenido nuestra actividad sin aplicar ningún ERTE. Pensamos que la solución a la pandemia será muy lejana y nos estamos preparando para conseguir sobrevivir ante un difícil futuro, costará mucho salir de la situación económica que se está sufriendo y más aún si el rebrote de la epidemia es muy acentuado”, concluye.

Bernardo Llull: “Es totalmente necesaria una reactivación de la obra pública”