En un informe publicado en Cuadernos de Información Económica de Funcas, se expone que aunque en España este fenómeno no es tan intenso como en otros países europeos la escasez de mano de obra es una preocupación creciente tras la pandemia.
En cifras, recuerda que en 2023 los empleos sin cubrir aumentaron un 44 % respecto de 2019 con un coste estimado, en términos de un menor PIB, de 8.150 millones de euros.
La situación de España, explican, se caracteriza por presentar ligeros incrementos en la tasa de vacantes mientras se mantienen elevados niveles de desempleo y empleo en la economía sumergida.
Por sectores, el artículo señala que entre las vacantes que requieren una elevada cualificación, destaca la carencia de formación relacionada con las tecnologías de la información y las comunicaciones, así como en energías renovables.
Y en el caso del sector sanitario, las dificultades vienen por el desplazamiento de los jóvenes al extranjero, donde ofrecen mejores condiciones laborales.
España, añaden, presenta además un déficit creciente en empleos sociales como profesores y cuidadores sanitarios para hacer frente al envejecimiento de la población.
En el caso del contratación en las profesiones de menor cualificación como la hostelería, construcción, transporte o agricultura y pesca, Funcas apunta otras causas como la falta de interés por parte de las nuevas generaciones en unos trabajos con condiciones laborales más adversas en salarios, horarios, necesidad de desplazamiento o conciliación familiar.
En ambos casos, profesiones de mayor y de menor cualificación, hay problemas con la carencia de ciertas "competencias transversales" de los candidatos, añade.
Entre esas competencias, añade, están los conocimientos en idiomas, tecnologías de la información y la comunicación o prevención de riesgos laborales.
Señal clara de malas condiciones laborales y bajos salarios
Junto a esto, añaden, el envejecimiento de la población también es relevante en ciertos sectores y ocupaciones que acusan el relevo generacional.
Pero, concluye el informe, aparte de los problemas de las carencias o desajustes de formación, conviene no olvidar que otra razón crucial para no cubrir una vacante que aparece de manera reiterada en todos los estudios es "el rechazo de los trabajadores, lo cual es una señal clara de malas condiciones laborales y bajos salarios".
Y en este contexto, el artículo considera las medidas de incremento o mejora de las cualificaciones tendrían un escaso efecto si no van acompañadas de mejoras en las condiciones laborales y salariales de las vacantes disponibles.