lunes. 29.04.2024

¡Somos tan frágiles!

Hace milenios que los humanos somos unos auténticos soberbios. Vamos por la tierra intentando dominar el paisaje, la fauna y creyéndonos realmente los amos del mundo. Que todo lo que tenemos alrededor nos pertenece y podemos hacer con ello lo que nos plazca. Nos creemos superiores, invencibles. Somos el resultado más elevado de la evolución animal. Creemos que vivimos permanentemente en el estadio más alto de la vida y de ahí nadie ni nada nos puede mover.

 

Pero ha tenido que llegar a nuestras vidas una forma de vida que nos está poniendo con los pies en el suelo. Se trata de un enemigo que ni vemos, ni tocamos ni olemos pero padecemos las consecuencias de sus ataques. Y lo más lamentable de todo es que aún hay seres humanos que no se lo han tomado en serio, que van por la vida creyendo que son invulnerables, que a ellos no les va a pasar nada, que se está exagerando.

 

Ojo, que hace unos meses éramos muchos los incrédulos. Esto es como una gripe fuerte. Esto es cosa de los chinos, no nos va a llegar. Esto se va a solucionar pronto. Ya hemos pasado por esto con el Ébola y las vacas locas, etc.... ¿Les suena todo esto?

 

Somos unos auténticos inconscientes. Hasta que no nos ha llegado la ola encima no nos lo hemos creído. Y ahora nos vemos confinados en nuestras casas. Vemos limitada nuestra libertad de movimiento, algo que nunca nos hubiéraos pensado que nos pasaría. Ahora empezamos a sentir la fragilidad de nuestras vidas.

 

Éste es exactamente el término que tendríamos que valorar cuando las cosas funcionan y van bien. Que todo en la vida es frágil, tremendamente frágil y no somos conscientes de ello.

 

En unas semanas se nos están yendo miles de personas por una epidemia inconcebible en nuestros cerebros más allá de algúna película apocalíptica y considerada como 'ficción'. Hemos tenido que asistir a un recorte de nuestros derechos constitucionales en base a la defensa de la vida y del bién común.

 

En unos pocos días han temblado los cimientos de las bolsas de todo el mundo, se ha parado buena parte de la producción industrial y han tenido que cerrar la mayoría de comercios. El sector turístico y aéreo viven su particular 'Crack'. Centenares de miles de personas se ven sin trabajo y desesperanzados si esto no pasa pronto.

 

Todo esto tiene que suponer una lección para todas las personas. Tiene que servir para que aprendamos a valorar el presente y el momento. Para que tengamos presente que todo es tremendamente frágil, que se puede romper en un instante. Por lo tanto no demos nada por hecho. No pensemos que todos los bienes, los servicios y los privilegios que tenemos actualmente nos los merecemos simplemente por nacer en una sociedad supuestamente avanzada. Nos lo tendremos que ganar cada día con esfuerzo y sacrificio.

 

Va a haber un antés y un después de este proceso. Va a tener que producirse un cambio de mentalidad en todos nosotros. Si no, caeremos de nuevo en la soberbia y esto no puede suceder más. Recordad ¡Somos tan frágiles!

¡Somos tan frágiles!