sábado. 04.05.2024

'Quin bollit' (segunda parte)

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El pasado mes de diciembre yo mismo escribía un artículo en el que decía literalmente: 'Quin bollit', esto mismo es lo que debió pensar el vicepresident y conseller de Turismo, Biel Barceló cuando asumió el compromiso, yo diría que 'marrón', de intentar regular de forma lógica, adecuada, racional y responsable el boom del alquiler vacacional.

 

Final de la cita.

 

En aquel entonces dibujaba un panorama complicado a la hora de regular el sector del alquiler vacacional. El Govern ha tenido que realizar su travesía del desierto enfrentándose a casi todo el mundo: hoteleros, plataformas de alquiler vacacional, arrendadores, comerciantes, pequeñas empresas y, hasta a sus mismos pseudosocios de Gobierno externos (o sea, Podemos).

 

Os puedo prometer que el espectáculo que aconteció ayer en el Parlament no ayudó para nada al Govern a ofrecer una imagen de seguridad y solvencia al menos en una de las leyes que se antojaban capitales esta legislatura.

 

En cualquier caso, de ninguna manera me entraba en la cabeza que el culebrón, que tenía que finiquitarse en buena medida en el Parlament este martes, acabase como el rosario de la aurora.

 

Yo, como Biel Barceló y los diputados de izquierda esperaban que el 'seny' imperase y saliese adelante un texto normativo que puede tener algunos agujeros pero que, en todo caso, era un primer paso adelante valiente en un sector falto de una regulación adaptada a los tiempos que corren.

 

Al final la ley salió adelante pero nació coja, muy coja por que no resuelve el gran marronazo que representa el alquiler vacacional en plurifamiliares.

 

Repasemos el resultado de la batalla. En estos momentos tenemos una ley aprobada que está cuestionada por los cuatro costados y nace con enormes visos de generar inseguridad jurídica. El Govern queda debilitado después de esta aprobación 'en falso. No sabemos en estos momentos a ciencia cierta que pasará con los plurifamiliares y, mientras, pesa una moratoria de un año para nuevas licencias.

 

El Govern debe reaccionar y debe hacerlo con celeridad. Debe aclarar todas las dudas jurídicas y desarrollar un reglamento que no genere fisuras ni dudas para que se ponga orden en el sector i, por ende también en un tipo de turismo que crece a pasos agigantados. Dejémonos de filigranas.

'Quin bollit' (segunda parte)