viernes. 26.04.2024

Banderas Azules

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Ayer trascendió que en Balears perderemos varias "banderas azules" este año, distintivos que la Foundation for Environmental Education-FEE, la Fundación para la Educación Ambiental, fundación de naturaleza privada, reparte desde hace años bajo unos presuntos estándares europeos que la UE ya se ha encargado de desmentir reiteradamente.


Desde el ecologismo hace años que hemos cuestionado este tipo de distintivos, de carácter privado y no contrastado, que priorizan sobre todo el formato urbanístico y de servicios por encima de la calidad ambiental de las playas, que es lo que debería preocuparnos.

 

Otra cosa es que las playas, en función de su tipología y ubicación, dispongan de diferentes servicios, desde socorristas a baños, y que además se facilite información sobre los mismos.


Pero fíjense que en estos años en los que España ha batido récords de banderas azules, han sido años también en los que la Ley de Costas del Sr. Cañete ha liberalizado nuestro litoral con el objetivo de generar negocio, no de protegerlo.


A mí, sinceramente, más que perder banderas pagadas a golpe de talonario me preocupa mucho más cómo quedarán nuestras playas después de que 15 millones de turistas pasen por ellas en este año.

 

De hecho, la Organización Mundial de Turismo, la OMT, sí que maneja indicadores objetivos sobre el turismo, como el índice de presión humana (IPH) nos advierte cada año de la superación de nuestra capacidad.


Y existen también otros indicadores, como la capacidad de carga de los espacios naturales, y en nuestro caso de las playas, que deberían ser preservadas frente a la previsible avalancha.

 

Incluso el PP en Galicia, ha impuesto a playas como el arenal de As Catedrais un cupo máximo de bañistas que la playa puede aguantar en un solo día, justamente para evitar que se pongan en riesgo los valores naturales de aquel paraje.


Si presumimos de que tener las mejores playas, habrá que cuidarlas, digo yo. Porque son irrepetibles como paisaje nuestro y como ecosistemas. Y son nuestras, de todos.

 

Si hay que hacer bandera de algo, mejor hacerlo de esto. De momento, a nuestro querido PP le preocupan más las pintadas que puedan ser "ofensivas" para el turismo que aquello que es garantía de que quieran venir los turistas: nuestras preciadas playas.

Banderas Azules