El convenio colectivo del sector del comercio que acabamos de firmar las organizaciones empresariales y sindicales de las Islas es un acuerdo muy trabajado. Es fruto de un intenso diálogo entre todas las partes. Es el resultado del interés por defender la competitividad del sector y del interés por preservar el poder adquisitivo de los trabajadores del comercio, que en definitiva también son potenciales clientes para nuestros negocios.
Es, a nuestro juicio, un convenio beneficioso tanto para la actividad empresarial como para la calidad del empleo del sector.
Además de contemplar un incremento salarial importante, el nuevo convenio mantiene la esencia del anterior, pero también actualiza algunas cuestiones que necesitaban ser revisadas. Una de ellas es la compensación económica por prestación de servicios durante los festivos, que no nos restará tanta competitividad a las empresas como hasta ahora.
También se modula la indemnización por jubilación, que antes tenía un coste muy elevado para la empresa. Y se tienen en cuenta el número de empleados por centro de trabajo y sus circunstancias particulares a la hora regular las jornadas de descanso semanal.
Ahora sería deseable, por el bien de la competitividad del pequeño y mediano comercio, que esas mismas condiciones laborales también fueran las que se aplicaran en las grandes superficies. En ese sentido, hay que recordar que este mes se ha puesto en marcha la revisión del convenio colectivo por el que se rigen esas empresas.
Por eso, desde aquí instamos a los representantes sindicales de sus empleados a velar por la equiparación de las condiciones de trabajo de ambos colectivos. El esfuerzo de diálogo que hemos hecho estos últimos meses en Baleares puede ser un buen ejemplo para esa otra negociación.
El convenio que ha resultado de ese proceso afecta a unas 20.000 empresas baleares, que generan cerca de 50.000 puestos de trabajo en las Islas. El acuerdo es el segundo más importante para nuestra Comunidad Autónoma, solo superado por el del sector turístico. Cabe, por tanto, felicitarse por el consenso alcanzado y pensar que, si es positivo para las empresas y los trabajadores del sector, también será positivo para el conjunto de nuestra sociedad.
