Esta semana la Presidenta del Govern, Francina Armengol, ha anunciado para este verano una nueva campaña contra la precariedad y explotación laboral, en la que anuncia por segundo año consecutivo la llegada de 32 inspectores de refuerzo. Todos vemos esta iniciativa con buenos ojos, siempre y cuando al final se cumplan los objetivos, que no son otros que denunciar a las empresas que no cumplen con sus obligaciones con los trabajadores, juegan ilegalmente con ventajas y son competencia desleal para los empresarios que cumplen todas sus obligaciones laborales y fiscales.
A primera vista, cuando se hace este anuncio a bombo y platillo, y con el beneplácito de los agentes sociales, los pequeños empresarios que han sufrido, en más de una ocasión y en sus propias carnes, una inspección larga y farragosa enseguida piensan; “siempre visitan a los mismos”, “lo único que buscan es recaudar”. Porque con estos anuncios parece que todos defraudamos y explotamos a nuestros trabajadores. Nada más lejos de la realidad. Todo está en orden.
Personalmente pido que estos señores que vienen de fuera a inspeccionar tan sólo a los comercios que aparecen en su listado, den un paso más allá y se den cuenta que en alguna de esas calles que visitan hay otras empresas que no sale en su lista y que seguramente, tienen más de una anomalía legal. Además, en esa misma calle, entre tantos comerciantes, hay algunos que no hablan nuestras lenguas, o no quieren hacerlo. Así que complicado se les pone recibir una inspección.
Nosotros defendemos la legalidad y el orden para que los trabajadores se acojan a sus derechos y los clientes reciban el mejor servicio de calidad. Así, señores, me refiero a que debemos buscar los infractores en todas las calles, sin hacer ninguna excepción. Deberíamos tratar de destapar la ilegalidad fuera de los comercios que aparecen en las listas ya que de esta forma, seguro se añadirían algunos nombres no registrados.
