viernes. 19.04.2024

Mallorca viene trabajando desde hace tiempo por captar un turista de calidad, con mayor poder adquisitivo. Bajo esta premisa se han multiplicado los establecimientos hoteleros de lujo y gran lujo con formatos muy diferentes a lo ancho y largo de la isla. Hay ejemplos clásicos como Arabella, Son Vida, St Regis Mardavall o el Maricel en Palma o le Jumeirah en Soller que estan plenamente consolidados. A estos hay que añadir proyectos recientes como el Kimpton Aysla en Santa Ponsa, el Vicenç en Cala Sant Vicenç o diferentes hoteles boutique sobre todo en Palma.

Este mercado turístico de 'hiperlujo' subirá otro escalón con la apertura de cuatro establecimientos nuevos. El primero será el Ikos Porto Pedro edificado sobre lo que fue el Blau Porto Petro, después le tocará el turno al hotel de Richard Branson en Son Bunyola con mayor exclusividad aún por su reducido número de habitaciones (26). Otros dos grandes proyectos seran el hotel Formentor gestionado por la cadena americana Four Seasons y el Mandarín Oriental ubicado en Punta Negra.

Se trata de más de 600 habitaciones en total con precios medios por noche de más de 600 euros pero que pueden superar tranquilamente los 1.000 euros.

"Estos hoteles van suponer un salto cualitativo de primer orden en el turismo de alto nivel en Mallorca y tendrán importantes repercusiones". Así lo explica Alberto Luengo, responsable del departamento Commercial de Engel & Völkers que asegura que el éxito de la ruta aérea directa con Estados Unidos será un factor añadido importante para atraer a este turista de calidad.

"En pocos años veremos un cambio turístico importante con un aumento de este tipo de clientes exclusivos, muchos de los cuales ya no llegaran en linea regular sino en jet privado. Este perfil, que inicialmente llegará como turista, seguramente pasará a una segunda etapa en la cual se interesará por alquilar o comprar una casa, alquilar coches de alta gama y contratar servicios de lujo como alquiler de barcos, consumo en los restaurantes de mayor nivel. Todo ello repercutirá en un gasto muy elevado en el destino", asegura Luengo

Además se producirá una diversificación de este tipo de turista. "Aumentaran los viajeros procedentes de Estados Unidos y Canadá pero también los japoneses, chinos o coreanos que están ávidos de descubrir nuevos destinos atractivos y que no tienen pereza de realizar largos desplazamientos y que tienen un enorme grado de fidelidad con las cadenas hoteleras".

Según Luengo, un factor añadido que se producirá "será un encarecimiento importante de los precios turísticos y un efecto contagio en la inversión hotelera, que si tiene facilidades por parte de la administración, apostará aún con más fuerza por elevar la categoría de los establecimientos y ofrecer mejores servicios incluso reduciendo plazas con habitaciones más amplias pensando en mayores ingresos".

Luengo apunta a que este cambio de paradigma turístico nos llevará a afrontar nuevos retos ya pendientes actualmente. Uno de ellos será potenciar el producto de quilómetro cero de altísima calidad que este cliente valora mucho y otro será mejorar la formación de los trabajadores para disponer de mano de obra muy cualificada para trabajar en estos establecimientos y ofrecer un servicio de alta calidad.

Mallorca, objeto del deseo del turismo de 'hiperlujo' internacional