sábado. 27.04.2024

La depilación con láser o la eliminación de tatuajes son dos ejemplos de trabajos que se hacen comúnmente en muchos centros de estética de cualquier barrio de cualquier ciudad. Pero este trabajo aparentemente fácil conlleva mucho riesgo y en una ciudad española ya ha generado un accidente que provocó quemaduras a la paciente. Este hecho fue denunciado y la condena sentenció a tres meses de prisión por un delito de lesiones de quemaduras por laser por imprudencia grave (intrusismo y falta de formación adecuada), a inhabilitación y al pago de una indemnización.

Con estes precedentes la asociación de esteticistas de PIMEM, ASINEBA, lleva reclamando un control más férreo sobre las certificaciones que permitan hacer uso de esta maquinaria considerada sanitaria. Para la presidenta de la asociación, Emilia Pascual, “la falta de formación y la presión de las casas que venden estas máquinas hacen que la situación sea una muy peligrosa para los usuarios. Es como si las marcas de coche presionaran para vender y una vez se prueba la teórica, al día siguiente le dan las llaves del coche para que empiece a circular sin ningún tipo de práctica”.

Según ASINEBA el intrusismo y la falta de cualificación profesional disparan los casos de quemaduras, cataratas, infecciones y parálisis faciales. Y es que la asociación asegura que el culto al cuerpo está incrementando los centros de estética con la última tecnología, pero poco se dice o nada sobre la necesaria cualificación y conocimiento profesional.

Los colectivos médicos, según la asociación de la patronal, ya han alertado de estas últimas dos nueves tendencias en el campo de la estética y han denunciado a determinados centros por intrusismo y riesgo al consumidor. ASINEBA asegura que la mayor parte de los centros de estética utilizan personal sin la cualificación adecuada para la actividad y o tratamiento que desarrollan y, según Pascual “cada vez existen más casos de personas que ejercen la actividad sin titulación oficial, con los riesgos que comporta para el consumidor”.

Las esteticistas de PIMEM aseguran que existe una importante incongruencia en el ámbito de las regulaciones. En el listado profesional de la Unión Europea la estética se considera una profesión no regulada. No obstante, de forma paralela existe legislación autonómica, como es en el caso de la Comunidad Valencia y Aragón, existe una regulación nacional y europea que afecta directa e indirectamente a los requisitos de formación del personal que trabaja la estética profesional y vela por la defensa del consumidor. Pascual asegura que “para ejercer la estética profesionalmente en España, es necesario disponer de una cualificación profesional específica de la actividad que se realice. Balears debería hacer su decreto autonómico”.

Actualmente las vías de formación reglada pasan por la formación profesional a nivel medio y nivel superior, las cualificaciones integradas en el Marco Europeo de Cualificaciones Profesionales y los certificados otorgados por las CCAA.

Las esteticistas de PIMEM hacen un llamamiento a la acreditación profesional para el...