martes. 23.04.2024

Los avances tecnológicos nos permiten optar entre un número cada vez mayor de posibilidades para abrigar nuestro hogar de un modo limpio, económico y sostenible. Es por ello que en los últimos años la calefacción de pellets se está instalando en Baleares por sus múltiples ventajas.

 

La calefacción de pellets está batiendo récords de facturación en 2018. Según los datos registrados en habitissimo, el 50% de las calefacciones que se instalan en Baleares son de pellets. Si se comparan las peticiones registradas en 2016 con las registradas en 2018, podemos observar un incremento del 22%, una prueba que los residentes cada día apuestan más por el medio ambiente y los combustibles menos contaminantes.

 

El pellet es un tipo de biomasa, un combustible que proviene directamente de la naturaleza. Se compone de serrín y virutas prensadas, que provienen de residuos industriales y agrícolas. A partir de restos de ramas, cortezas y astillas trituradas se forman pequeños cilindros de un par de centímetros. Su principal particularidad es el alto poder calorífico que tienen, por lo que se emplean como combustible de sistemas de calefacción.

 

Este tipo de calefacción es el único tipo de calefacción del mercado actual cuya inversión se revierte en el tiempo; ya que el precio del combustible es barato y el consumo de la caldera es más bajo, por lo que, “dependiendo del tipo de combustible que se vaya a sustituir por el pellet, se puede ahorrar entre un 40% y un 65% con respecto a otros tipos de energía. Además, las estufas de pellets alcanzan rendimientos más altos que las de leña; hasta un 95% frente a un 75% de aprovechamiento”, afirma Carlos Naveda director general de España de Habitissimo.

 

España debe seguir potenciando la transición energética pasando por reforzar la idea de que los usuarios consuman energías sostenibles en su casa como, por ejemplo, utilizando sistemas de calefacción que funcionan con biocombustibles. La biomasa es una muy buena alternativa al petróleo, ya que es un recurso renovable que está más uniformemente distribuido sobre la superficie de la Tierra. En España tenemos una gran ventaja y es que disponemos de “pellets” naturales como las cáscaras de almendra o los huesos de las aceitunas. Por lo que no se necesitan talar árboles, se utilizan los desperdicios de podas. La ceniza que producen este tipo de estufas se recoge generalmente de manera automática en un cenicero que dependiendo del tipo de instalación se variara con mayor o menor frecuencia. Estas cenizas son de origen vegetal, por lo que son ricas en potasio y calcio, suponen un abono de nitrógeno de bajo nivel para tus plantas y no son tóxicas.

El 50% de los residentes en baleares apuesta por la calefacción sostenible
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